El domingo 13 de Marzo se dio una multitudinaria marcha en Brasil, en el comienzo de una semana muy ajetreada en términos políticos y sociales. En más de 430 ciudades, los brasileños se manifestaron para pedir la dimisión de la presidenta Dilma Rousseff debido a los escándalos de corrupción que azotan a su gobierno y a su antecesor, Lula da Silva. Es que un año después de la manifestación que convocó a más de un millón y medio de personas en todo el país, las cosas no han ido bien para la encargada del poder ejecutivo brasileño. En diciembre del año anterior, la Cámara de Diputados aceptó un pedido de impeachment a la mandataria por manipular las cuentas públicas, lo que se suma a una crisis económica brutal y la citación a declarar de su ladero en el gobierno, Lula da Silva, quien fue buscado en su casa por la policía federal y llevado ante el juez en un patrullero tras ser acusado por su implicación en los casos de corrupción del caso Petrobras
La semana no sólo comenzó con una marea de manifestantes pidiendo la renuncia de la mandataria, si no que también el día jueves se aprobó en la Corte Suprema el pedido de juicio político por una votación de 9 a 2 y que deriva ahora en la Cámara de Diputados, donde deberá crearse una comisión que juzgue a la presidenta.
A la misma hora que en la Corte se aprobaba por una extensa mayoría el pedido de impeachment, Dilma nombraba a Lula como su jefe de ministros. El puesto más alto al que se puede aspirar por detrás del Presidente y su Vice. Apropósito de la designación del ex jefe del PT, el juez de primera instancia Sergio Moro, difundió un audio en el que Lula le dice a Dilma que se encuentra preocupado por La Republica de Coritiba. Coritiba es la ciudad donde el juez Moro tiene sus oficinas. En el audio Dilma le informa que le envía el documento con su nombramiento como jefe de ministros “por si lo necesita”.
La jura de Lula como jefe de ministros duró alrededor de cuarenta minutos y tuvo entre otras cosas muchos abucheos de la oposición pidiendo la renuncia de Dilma y un fuerte mensaje de la misma hacia quienes ella denominó como golpistas, “que no tienen razón, no están del lado de la verdad y no van a tener la fuerza política para provocar el caos y la confusión social”. La calma no pareciera llegar nunca para el PT ya que solamente cuarenta minutos después de la jura de Lula da Silva como jefe de ministro, el juez de Brasilia Itagiba Catta Preta Neto, del Tribunal Federal de dicha ciudad anuló la asunción por considerar que se hizo para que el ex presidente pudiera evitar los cargos en su contra. No obstante el poder ejecutivo brasileño apeló la anulación del nombramiento y aguarda la desición de la justicia.
La historia del juicio político a Dilma Rousseff continuará en el parlamento brasileño, con la comisión creada en la Cámara de Diputados y la votación que allí se dará para ver si se sigue adelante con la acusación, que deberá tener 342 diputados a favor, donde luego irá al senado, que deberá tener la mitad más uno de votantes -41 sobre 81-.