El viernes 14 de junio todos los canales de televisión realizaron una programación especial, para seguir minuto a minuto lo que estaba sucediendo con la investigación del caso que se convirtió en el policial del año.
Habían asesinado a una joven de 16 años y su cuerpo fue encontrado de casualidad, en la cinta transportadora del Ceamse de la ciudad bonaerense de José León Suárez. Casi de forma inmediata, se descartó la posibilidad de que se tratase de un crimen al voleo y la mira se posó en su círculo más íntimo: su familia. Sobre todo en Sergio Opatowski, el padrastro de la víctima.
En medio de la incertidumbre, la fiscal de la causa, Paula Asaro, llamó a declarar a toda la familia, en una maratónica sesión de 14 horas que culminó a la madrugada del sábado 15, con la detención del portero del edificio, Jorge Mangeri, quien se autoincriminó cuando realizaba su declaración testimonial.
Mientras la situación del portero se complicaba, el juez de la causa, Javier Ríos, realizó un insólito operativo nocturno, donde llamó a declarar a todos los vecinos del edificio de Ravignani 2360.
Así comenzaba una macabra investigación que concluyó hoy el juez Ríos para dar comienzo a la instancia del juicio oral donde se resolverá el caso.
“Esta es una causa de la tele. Esa semana después de que apareció Ángeles había guardias permanentes en la casa de la víctima, y mirá que la causa de Soldán tuvo una sobre mediatización, el triple crimen tuvo una sobre meditiazación”, dijo a Perfil.com el abogado defensor de Jorge Mangeri, Miguel Ángel Pierri.
"En los primeros cinco días el caso de Candela había tenido 80 horas de medios mientras que el caso de Ángeles tuvo 276", recalcó Pierri.
“Nos despertó el interés porque la víctima había sido uno de los nuestros: una niña, clase media de un barrio de la Capital Federal con el agregado de que se culpa al portero, alguien cercano a la familia; con una serie de historias paralelas que circundan a la familia con personajes que apenas tomaban estado público se convertían en personajes. En fin, todo pasó a ser central”, explicó el mediático abogado y agregó que en este caso particular además “se conoció la cocina de la Justicia”.
Las pruebas que complican a Mangeri. Los primeros estudios de ADN determinaron que había perfil genético del portero debajo de tres uñas de la mano derecha de Ángeles -con un 99,9 por ciento de precisión en el caso del dedo índice-, lo que sugiere, pero no certifica, que ella alcanzó a rasguñarlo en un intento de defensa.
La Junta Médica que solicitó el juez de la causa, Javier Ríos, determinó que Ángeles murió sofocada y estrangulada en una maniobra que no duró más de cinco minutos y antes de que su cuerpo ingresara en la compactadora de basura.
Los expertos ubicaron la data de muerte entre las 11 y las 17 del 10 de junio, confirmaron que la víctima presentaba lesiones defensivas y que el asesino, antes de asfixiarla, le dio una paliza en la que le provocó siete fracturas.
La Junta Médica determinó en un análisis complementario, que la joven sufrió una "agresión sexual" comprobada por las lesiones paragenitales que presentaba en su cuerpo. Este dato llevó a que el juez Ríos cambiara la carátula de la causa que pasó a abuso sexual con acceso carnal en grado de tentativa agravado en concurso real, con el delito de femicidio también agravado por haber sido cometido criminis causae, es decir, para encubrir otro delito.
Esta carátula contempla la pena de reclusión perpetua.
La semana pasada, la defensa de Mangeri sufrió un nuevo revés en el caso, luego de que la Cámara del Crimen confirmara el procesamiento y la prisión preventiva del encargado. "La defensa técnica de Mangeri tiene que ajustarse a lo que dice Mangeri, eso es lo que dice, es su verdad”, dijo Pierri a Perfil.com.
Ante la pregunta de si continúa sosteniendo la postura de dejar la causa en caso de que se trate de un abuso sexual, el abogado señaló que “ si se llega a comprobar, Mangeri no tiene más nada que ver conmigo. De todas formas, todo lo que señaló la Junta Médica está colmada de supuestos y no hay un indicio concreto que pueda demostrar el abuso sexual”.
Luego de confirmar el procesamiento, el juez Ríos decidió ponerle punto final a la investigación para elevar la causa a la instancia oral.