La pérdida del poder adquisitivo del peso y los altos índices de inflación hicieron que muchas familias se volcaran por pequeñas inversiones que dan rendimientos diarios. Las billeteras virtuales ofrecen entre un 60% y un 81% de intereses anuales en los depósitos que, a diferencia del plazo fijo, brindan la posibilidad de usar el dinero mientras tanto.
Economistas consultados por PERFIL explicaron cómo funcionan estos sistemas, y por qué a veces no son la mejor estrategia para intentar ganarle a la inflación.
El contexto macroeconómico y la cercanía de las elecciones plantean un escenario complejo para decidir. Lo primero que hay que tener en cuenta es que “existen diferentes clases de fondos comunes, y es necesario elegir el más adecuado según nuestros objetivos”, aseguró a PERFIL Elena Alonso, especialista en finanzas y gerente general de Emerald Capital.
“Si necesitamos disponer del dinero rápidamente, debemos optar por aquellos con rescate en 24 horas, aunque pagarán tasas de interés más bajas y serán menos estables”, sostuvo.
Alonso agregó que, a diferencia de los plazos fijos, “los fondos comunes de inversión, que son la opción más común para quienes se inician en la inversión, no garantizan una tasa de interés fija”.
Las aplicaciones de pago virtual no requieren que la persona esté bancarizada, tienen montos mínimos de inversión de $ 1 o $ 2, e imponen como único requisito la mayoría de edad. Eso y el hecho de poder retirar el dinero en cualquier momento hicieron que muchas personas se decidieran por este tipo de inversiones “exprés”.
Sin embargo, las tasas de interés son menores que las de los bancos, que llegan al 97% anual.
En Mercado Pago, por ejemplo, el interés que genera el dinero puesto en la billetera virtual es de 81,6%. En el caso de Ualá, la página oficial advierte que el nivel de rendimiento “no está garantizado y el porcentaje de rentabilidad puede variar diariamente en relación con los resultados”.
Por ahora, ni bancos ni aplicaciones financieras pueden ganarle a la inflación. “Algunos dicen que la inflación es del 6% y ellos pagan el 6,2% y no es así. Ni la inflación es del 6% ni ellos pagan el 6,2%, porque hay gastos asociados, débitos y gastos ocultos que todas las instituciones cobran, porque es parte de su razón de ser”, explicó a este medio Daniel Adler, especialista en educación financiera y emprendedurismo.
Sobre esto, las aplicaciones advierten que “hay un costo de honorarios administrativos” y de montos que cobra “la Sociedad Depositaria, del 0,10% anual + IVA”.
El especialista sostuvo que “nunca hay que darle nuestro dinero a una institución. Ni a una financiera, ni a una empresa, ni a un banco”. La primera razón es porque “perdemos el costo de la oportunidad y no siempre lo tenemos disponible durante las 24 horas como dicen”.
Por otro lado, “no hay ningún producto financiero, hoy en Argentina, que le gane a la inflación real”.
En el mismo sentido, Alonso detalló que ni siquiera un plazo fijo garantiza seguridad para mantener el valor de los pesos depositados.
“No recomiendo renovarlos en la actualidad debido a la incertidumbre relacionada con las elecciones y las tasas de cambio”. Para la economista, la clave es medir la inversión en base al dólar. “Al salir de la inversión, el objetivo es lograr adquirir más dólares de los que teníamos inicialmente, de modo que la inversión sea rentable y beneficie nuestro capital”, sintetizó.
Según Adler, “en materia de inversión, solo hay dos formas de jugar: están los que juegan a no perder, y en su gran mayoría pierden, y están los que juegan a ganar, que ganan, porque aparte de invertir dinero invierten tiempo”.
Por eso, “la mejor forma para ‘ganarle’ a la inflación es entender que no hay ningún producto que le gane, excepto crear nuestro propio negocio, emprender”.
La publicidad, según el experto en educación financiera, es la que convence a los usuarios de tomar caminos que parecen rápidos, pero poco productivos.
“El usuario va a tener un poquito más de dinero, pero no le va a ganar a la inflación”. La realidad, sostuvo, es que “el dinero se sigue pulverizando”.
Intentar evitarlo a través de distintos tipos de inversiones requiere conocimientos previos, asesoramiento y planificación, sobre todo en tiempos en los que “el panorama económico puede cambiar y existen riesgos”, concluyó Alonso.