“Me tiraron por la espalda, las mujeres fuimos las primeras reprimidas”, contó Ana María luego de haber recibido nueve heridas en su cuerpo. Esta mujer participaba ayer de la marcha de trabajadores despedidos por el intendente Julio Garro cuando la Policía Bonaerense comenzó a reprimir con gases y balas de goma.
Los empleados municipales comenzaron a movilizarse días atrás cuando fueron notificados de que no se les renovarían los contratos. Desde la asunción del jefe comunal de Cambiemos comenzó a revisarse la situación de 4.600 trabajadores a los que se les venció el contrato el 31 de diciembre y no fue renovado. De esta cifra, se estima que cerca de 2.500 contratos podrían no renovarse. Desde el municipio aseguran que “no se renovarán porque jamás trabajaron: fueron puestos políticos”.
“Yo no soy ñoqui”, replicó Ana María. Mientras era hospitalizada detalló ante QM Noticias: “Estoy toda lastimada por las balas, no estoy robando, no salgo a delinquir, trabajo para darle de comer a mis hijos, y este hijo de puta del intendente lo único que hace es jugar con el plato de comida de nuestros hijos”. Fue uno de los doce trabajadores heridos. La movilización se había iniciado pasadas las 10, cuando más de un centenar de ex empleados municipales cortaron el tránsito. La protesta se realizaba en forma pacífica cuando arribó al lugar un grupo de personas que comenzaron a arrojar piedras contra las ventanas del edificio comunal. En ese momento, un grupo de policías apostado en el edificio municipal comenzó a lanzar gases lacrimógenos y a disparar balas de goma.
El municipio puso las fotografías y filmaciones de lo sucedido a disposición de la Justicia. En ellos, se ven funcionarios de la gestión del ex intendente Pablo Buera, como el ex secretario de Seguridad del Municipio, Guillermo Escudero; y el ex secretario de Presupuesto Participativo, Julio Lamarque. En la plaza, también se encontraban familiares de los Bruera. Es el caso de Patricio Boda, yerno del concejal Gabriel Bruera, quien incluso mostró un proyectil (foto). Además, entre los infiltrados, habría barrabravas del club Gimnasia y Esgrima de La Plata. En este contexto, Garro justificó el accionar policial acusando a un grupo de personas de protagonizar con “claras intenciones políticas” disturbios donde atacaron a policías “con palos y piedras”.
En la Legislatura pidieron interpelar al ministro de Seguridad, Cristian Ritondo, cuya cartera a su vez abrió un sumario interno para verificar lo ocurrido.