El oficialista Frente de Todos, encabezado por Sergio Massa y Máximo Kirchner en el Congreso, logró en la noche del martes cerrar un esperado acuerdo con los opositores de Juntos por el Cambio en una reunión que se extendió por menos de dos horas pero que tardó una semana en concretarse, en un clima que iba sumando tensión.
Como frutilla del postre, Massa y Máximo tenían previsto reunirse este miércoles al mediodía con el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, el ministro de Economía Martín Guzmán y el ministro del Interior, Eduardo "Wado" De Pedro para poner en marcha el tratamiento del Presupuesto 2021, antes de su llegada al Congreso el próximo 15 de septiembre, pero el conflicto con la Policía Bonaerense obligó a suspender los planes.
Lo cierto es que después del entendimiento con la oposición, el Frente de Todos decidió poner el pie en el acelerador para sacar algunas leyes claves que pueden ayudar en la salida de la crisis postpandemia.
En el encuentro que se llevó a cabo el martes en el Salón de Honor de la Presidencia de la Cámara de Diputados, uno de los sectores más íntimos del Palacio a los que se puede acceder por canales internos aún sin pasar por los pasillos de tránsito común, había dos decenas de sillas preparadas y un vaso de agua para cada participante.
En la previa hubo algunas bromas sobre lo austero del ofrecimiento, que también permitía pensar que el tema se iba a resolver rápidamente.
Y así fue, porque según comentaron fuentes parlamentarias de los dos bandos, el asunto ya venía charlado desde hacía varios días. En rigor, la propuesta a la que se llegó anoche era casi calcada de la que se charló el día de la sesión, ya casi llegando a la medianoche.
Bandera blanca en Diputados: se llegó a un acuerdo con sesiones presenciales para "leyes polémicas"
El martes 1, después de más de ocho horas de Labor Parlamentaria, Sergio Massa hizo un último intento por acordar con el espacio opositor y le pidió ayuda a un radical del interior con quien tiene buena relación y que se mostró dispuesto al diálogo, pero la resolución implicaba suspender la sesión después de todo el bullicio que se había generado.
En la semana, hubo aceitados contactos entre los sectores, en los que trabajaron intensamente las segundas líneas, y que se se complicaron en la tarde del viernes con la denuncia contra Massa de Elisa Carrió, ex diputada pero con fuerte injerencia sobre Juntos por el Cambio. Allí tallaron fuerte los jefes de los bloques y otros referentes como Cecilia Moreau, Cristina Alvarez Rodríguez, Alfredo Cornejo y José Cano.
El acuerdo alcanzado se extiende por 30 días hábiles, lo que otorga validez hasta mediados de octubre y vuelve a dar legitimidad no solo a las sesiones sino también a las reuniones de comisión que deben emitir dictamen de los proyectos en discusión.
La propuesta que se acordó contempla la continuidad de la modalidad mixta de sesiones aunque con un cambio en la proporcionalidad, es decir que en aquellos asuntos que generen controversia como la reforma judicial, la modificación de la fórmula jubilatoria o el propio Presupuesto, deberán ser mayoría los presentes en el recinto mientras que seguirán de manera remota quienes formen parte de los grupos de riesgo.
"Desde marzo no hay sesiones presenciales. Por la firmeza de Juntos por el Cambio, ahora habrá cuando un bloque lo pida. La modalidad mixta implica que 210 diputados no estén en el recinto y 47 sí. Cuando solicitemos sesión presencial, la mayoría deberá estar presente (en un recinto más grande)", explicó el jefe del interbloque de diputados de Juntos por el Cambio Mario Negri, que ratificó la intención de mudar la sede aunque todavía no hay ninguna propuesta firme de lugar.
La Justicia tiene que responder el amparo que presentamos el lunes. Es importante aclarar que no fue retirado. https://t.co/418p95On4x
— Mario Raúl Negri (@marioraulnegri) September 9, 2020
Para evitar nuevos inconvenientes, el protocolo que se firmó ayer indica además que para citar a una sesión se debe hacer con al menos una semana de antelación, poniendo un freno a la estrategia que utilizó Sergio Massa en la última oportunidad que la citó de un viernes para un martes, con una reunión de Labor Parlamentaria en el medio ante la falta de acuerdo entre los bloques sobre la modalidad.
La última sesión también dejó al descubierto la paradoja de que quienes estuvieron sentados en sus bancas aparecieron como ausentes en la sesión, mientras que quienes estaban desde sus casas aparecían como presentes.
"Mientras esté vigente el protocolo de funcionamiento parlamentario remoto los diputados presentes en el recinto deberán loguearse activando la VPN", dice el texto que suscribieron anoche los jefes de los bloques para sortear esa dificultad, que obliga a que lo que estén sentados en sus bancas también se conecten a la computadora para validar su identidad.
La expectativa ahora es conocer cuándo se citará a la Comisión de Presupuesto y Hacienda que comanda Carlos Heller, autor a su vez del proyecto de Aporte Solidario y Extraordinario para gravar las grandes fortunas que también iniciará su discusión allí.
La promesa desde la Presidencia de la Cámara es que hasta mediados de octubre no se intentará llevar al recinto la reforma judicial ya que se está armando un cronograma de tratamiento de unas seis semanas y para ese momento ya se habrá tratado un nuevo protocolo.
CP