¿Y ahora qué? El bochorno de la sesión del último jueves en la Cámara de Diputados dejó sin respuesta tanto a oficialistas como a opositores, que por el momento no tienen certezas de cómo recuperar el rumbo tanto desde lo institucional como en lo político. Lo primero parece más fácil de resolver que lo segundo, pero los dos aspectos hacen un combo explosivo que puede dejar al Congreso en una virtual parálisis al menos por los próximos meses.
A su manera, la Cámara baja venía esquivando varios de los conflictos que iban madurando afuera del Congreso pero la disputa por las designaciones políticas en el Consejo de la Magistratura, en un contexto de fuertes tensiones en lo judicial, hizo detonar los precarios acuerdos que se habían logrado tejer hasta ahora.
“Nadie sabe cómo sigue esto”, admiten desde Juntos por el Cambio, donde no hay homogeneidad en la lectura sobre lo sucedido el jueves. “La movida contra Moreau había salido bien pero lo que pasó en la segunda sesión metió todo en un chiquero”, sostienen desde el radicalismo. Facundo Manes, uno de los más conciliadores, deslizó “qué tristeza ver a nuestro país bloqueado políticamente”, mientras algunos referentes de Evolución también tomaron distancia.
El interbloque opositor no quedó conforme con la maniobra del Frente de Todos para dar por continuados los mandatos tanto de Moreau como del resto de las autoridades de la Cámara, pero al mismo tiempo consideran que no tienen las herramientas necesarias para pedir una nueva sesión preparatoria para antes del 10 de diciembre, sobre todo con el condimento del fin de semana XXL que dejará desierta a la Ciudad de Buenos Aires.
Para el Frente de Todos, en cambio, se trata de una discusión que ya está cerrada y no dará lugar a ningún debate sobre el asunto. En lo inmediato, Cecilia Moreau sacó a relucir el respaldo que recibió tanto de sus colegas como de los integrantes del gabinete nacional que se comunicaron con ella. Según confirmó a PERFIL, también recibió el apoyo del presidente Alberto Fernández, con quien tiene previsto reunirse en las próximas horas y tuvo contacto telefónico con el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, que salió a bancarla en redes sociales.
“Que los vergonzosos gritos, los gestos obscenos y la violencia de la oposición en el Congreso no nos impidan ver también el fondo. La sesión que interrumpieron estaba destinada a crear nuevas universidades en la Provincia”, marcó el gobernador, en referencia al temario de una sesión especial que quedó en segundo plano.
La rápida respuesta llegó de parte del jefe del bloque de la Coalición Cívica, Juan Manuel López, uno de los más enfáticos durante la sesión. “¿Qué decís? Nos atropellaron porque el martes Cristina tiene la sentencia de un tribunal independiente. La novedad, nos silenciaron en el Congreso. Fuiste diputado los 4 años de Cambiemos, nunca se les prohibió hablar, ni recordemos el comportamiento de tu bloque en esa época”, retrucó.
Los números y el fondo de la cuestión. Desde las elecciones de 2021, el Congreso quedó inmerso en un escenario de fuerte paridad que como primer síntoma mostró complicaciones para la conformación de las comisiones. Luego vinieron las dificultades del Ejecutivo para aprobar proyectos vinculados a lo económico y el bloqueo total a cualquier iniciativa ligada a reformas del ámbito judicial.
Precisamente, este último aspecto fue el que volvió a quedar involucrado en el cruce en el oficialismo y la oposición, pese a que Kicillof buscó meter en el medio la creación de nuevas universidades, un tema totalmente accesorio para la oposición que se sintió desafiada con la decisión de Moreau de suspender las designaciones en el Consejo de la Magistratura hasta tanto no se resuelva la cuestión judicial.
Alberto Fernández prorrogó las sesiones ordinarias hasta el 31 de diciembre con lo que el Congreso puede continuar con su agenda de trabajo, sin restricciones, como sí sucedería en el caso de que hubiera convocado a extraordinarias. Sin embargo, la incógnita será ahora cómo logrará el oficialismo llegar al quórum que no tiene por sí mismo.
El Interbloque Federal, que integran peronistas no K y socialistas, eligió quedar al margen de la discusión, en parte porque no tiene injerencia en el reparto del Consejo de la Magistratura, en parte porque no quiere ceder su posición estratégica de árbitro para las discusiones de peso. “Lo que pasó hoy es una vergüenza. Se necesita responsabilidad para sostener el funcionamiento del Congreso”, sostuvo la diputada del PS Mónica Fein, que se retiró del recinto junto a sus colegas cuando escalaba la violencia el jueves por la tarde.
La izquierda, por su parte, había anticipado su decisión de no dar quórum en la sesión para ratificar autoridades, pero sí lo hizo en la segunda vuelta para tratar la creación de universidades, aunque tampoco es un aliado del oficialismo, como sí lo son los representantes de Provincias Unidas, con cinco integrantes que no alcanzan para llegar a los 129. Los libertarios tampoco serán de ayuda para un oficialismo que ya está pensando cómo hará para sobrevivir durante el año electoral. Germán Martínez, jefe del bloque del FdT, ya encaró una primera ronda de contactos con los opositores minoritarios, pero la clave estará en cómo retomará el vínculo con JxC.
La hipótesis judicial. A última hora de ayer se expidió la vicepresidenta Cristina Kirchner, que también tiene su propio conflicto de poderes en el Senado por las designaciones en el Consejo de la Magistratura.
“Exacta descripción y mejor análisis” del diputado Leopoldo Moreau sobre el escenario político, sugirió CFK, en base a una nota de opinión del legislador en la que dice que cree que la vice será condenada el próximo martes y que por ello la oposición bloqueó la sesión en Diputados para “buscar conflictos institucionales”.