“Sé que el tiempo demostrará que lo mío con ella va en serio”. No es la primera vez que estas promesas salen de la boca de uno de los protagonistas de un incipiente romance. Pero más aún en la farándula, difícilmente se cumplen.No esta vez.
Hacia fines de febrero de 2007, Fabian Mazzei, seguro y confiado, a sólo dos meses de haber empezado a salir con Araceli González que venía no de uno, como él, sino de dos matrimonios rotos, se aventuraba al amor sin dudarlo. Quizá sabía que entre ellos dos había algo distinto, algo que valía la pena. Y así fue. Ayer, una semana antes de cumplir el sexto aniversario como pareja, celebraron la unión que, desde el miércoles, cuando pasaron por el Registro Civil, es oficial. ¿Por qué? Esa fue justamente la pregunta que le hizo la flamante novia a su futuro esposo. “Me imagino envejeciendo juntos”, declaró el actor en el programa de entrevistas que conduce su mujer en Utilísima. Ellos son simples.
Ya tienen un camino recorrido y saben lo que buscan en un compañero. Ambos son “de barrio”, con estilo tradicional y clásico, de valores firmes. De hecho, Araceli no se cansa de destacar la caballerosidad de su reciente marido: qu “Fabi” –como le dice ella–, sea un hombre hecho y derecho y que para serlo no necesita cortarle las alas a la mujer que tiene al lado.
Fiel a la esencia de la pareja, la ceremonia fue con gusto pero sencilla, entre verde, relax, brisa –tanta como el calor haya permitido- y la sombra de los árboles. Igual que Luisana Lopilato y Michael Bublé, eligieron la hermosa estancia Villa María, en Cañuelas. Los invitados fueron los justos y necesarios, 200 en total, de los cuales algunos se quedaron a dormir en las habitaciones del hotel que el lugar ofrece, para hoy disfrutar de un desayuno de campo y un asado.
Hubieron famosos, los amigos, como Mariano Martinez, Catherine Fulop, Flor de la V y Sebastián Estevanéz. Pero ante todo, preservaron la intimidad. “En las tarjetas pusimos unas reglas de convivencia donde muy simpáticamente le contamos a la gente lo que no nos gustarían que hicieran, como tuitear fotos de la fiesta. Es más, estamos reviendo si dejamos entrar celulares, porque la verdad es que no me gustaría que alguien tuitee algo y tener que pelearme en ese momento”, había contado Araceli en un reciente reportaje.
Al contrario de lo reservado del evento de ayer, durante el civil no tuvieron problema en posar para los fotógrafos y dejar espiar a sus seguidores algunos pormenores. “¡Por ahora soltero! ¡En 20 es mío!”, se encargó de advertir la actriz desde su cuenta de Twitter antes de firmar la libreta roja. Fabián, a la hora de expresar sus votos fue romántico: “Si tuviera que volver a pasar todo lo que pasé para estar con ella, lo volvería a hacer”.
Para esa ocasión, Araceli eligió un vestido blanco por la rodilla de Javier Saiach, con bordados y un corsage. Completó el look con originales zapatos tricolores, y el cabello suelto y ondulado. Mazzei, un traje de lino azul, camisa blanca y pañuelo rosa. Para la gran fiesta de ayer, la novia llevó un vestido de Gabriela Cadena, que compró en Nueva York.
Quizá la frase que mejor resume este presente en la vida de Araceli sea la que dio hace poco en un reportaje a un semanario de actualidad: “La primera vez me casé por obediencia: estaba embarazada. La segunda, por insistencia o tal vez obsesión (ajena). Comenzaba a tomar otros rumbos. Ahora siento que realmente elijo dar el ‘Sí’, el más sensato y convincente”.