Fue elegida para ser la tapa de una de las principales revistas de personajes en España. Si bien el país tiene su propia monarquía, seleccionó a la argentina porque, según describen en la tapa que Vanity Fair ya adelantó en redes, Máxima “es la reina más popular de Europa”. Como parte de la historia detallan que “le costó ganarse el respeto de su suegra y aprender a ser la reina de los Países Bajos pero entendió que podía convertirse en un motor de cambio”.
PERFIL se comunicó con la redacción de Vanity Fair (España) para conocer detalles e indicaron que no hay un reportaje directo con Máxima sino que su perfil fue construido a partir de charlas con personas cercanas a ella que hablaron sobre cómo es y cuáles son sus interéses y gustos. Para iniciar describen una escena que , según ellos, da idea de quien es Máxima. “Austria. Estación de esquí de Lech. Una pareja comenta en el telesilla que la familia real holandesa está esos días en la zona. -Ojalá los viéramos. Yo me haría un selfie con ellos-, dice la mujer. -No nos los vamos a encontrar, pero si los veo yo, no los molesto-, afirma el hombre. Al lado, otros dos pasajeros, con el casco de protección puesto, se dan codazos el uno al otro y sonríen cómplices. La telesilla llega a la cima, la pareja se aproxima a sus compañeros de ascenso y se quita los cascos. -Hola, los hemos escuchado, si quieren nos podemos hacer una foto. Pueden enseñársela a quien quieran, pero, por favor, no la suban a las redes sociales”, cuentan al inicio del extenso artículo.
“A Máxima le costó ganarse el respeto de su suegra y aprender a ser la reina de los Países Bajos pero entendió que podía convertirse en un motor de cambio”.
Luego se describen situaciones similares para señalar que Máxima no es como otras reinas. “Es una respetada líder global que, a golpe de sonrisa y espontaneidad, lucha por incluir en el mundo a la mitad menos favorecida del planeta”, explican detallando su agenda como integrante de Naciones Unidas y de sus varios viajes para hablar de emprendimientos en zonas de alta carencia.
Complementarios. “Se dio cuenta pronto de que no conocía el mundo protocolario de los palacios de Europa ni los códigos internos de aquella familia. Creía no estar preparada para formar parte de una de las monarquías parlamentarias más importantes del mundo. Pero se dio cuenta que con Guillermo estaban hechos de la misma madera”, cierran en la revista y elogian a Máxima por su capacidad de darle frescura a la monarquía.
En un momento donde la corona española atraviesa una dura crisis de imagen, para la Vanity Fair, Máxima –y no Letizia– parece ser el referente de lo que debiera ser una “reina moderna”.