La presencia de otras figuras internacionales de la música no ocasionaron números en rojo en ninguno de los recitales que dio por todo el país. En eso Ricky Martin sabe que tiene en Argentina un público que lo sigue y que año a año le demuestra su fidelidad. También es de los artistas que en la megaplatea reúnen un público multigeneracional, una de las claves para no perder vigencia y llenar estadios.
Durante todo el tiempo que recorrió el país con sus shows, se sucedieron simultáneamente los recitales de los Rolling Stones, Maroon Five o el festival Lollapalooza, por mencionar sólo tres hechos artísticos importados de alta convocatoria. También estuvo Obama, pero eso involucró otro tipo de atención mediática y social.
Pero esta combinación de factores y el hecho de que Ricky Martin sea ya considerado como un personaje casi local por sus seguidores –algunos de los cuales igualmente se congregan en el hotel donde se aloje–, lo animó a recorrer esta extensa gira argentina con sus mellizos, Matteo y Valentino, ya de seis años de edad, sin preocuparse demasiado por persecuciones periodísticas. Al cuidado de su círculo familiar, se movieron con tranquilidad. Y él
también.
Turista en la Ciudad. Estando en Buenos Aires, tal como hizo Mick Jagger a las pocas horas de su llegada a la ciudad, el cantante puertorriqueño salió a caminar desde el hotel de Recoleta donde se alojó y como un turista más sucumbió ante La floralis genérica, la escultura metálica próxima a la Facultad de Derecho, obsequiada por el arquitecto Eduardo Catalano. Y se sacó una foto que subió a todas sus cuentas en las respectivas redes. En otra escala porteña, ya que entre febrero y marzo hizo recitales en El Calafate, Chaco, Tucumán, Salta, San Juan, Neuquén, Córdoba, Rosario, Junín y Mar del Plata, repitió el paseo citadino que se prolongó hasta el Malba. Allí nuevamente utilizó las redes para exhibir una “producción fotográfica casera” sentado sobre la proyección de un reloj en funcionamiento, una instalación que forma parte de Perspectiva, la exhibición del artista argentino Jorge Macchi. Y también visitó el Teatro Colón.
Despedida. El viernes, Ricky Martin dio el último de los 18 conciertos que brindó en Argentina, todos con localidades agotadas. Los mismos formaron parte de la gira que llamó One World Tour. Al cierre de esta edición, los organizadores locales no confirmaron a PERFIL la cifra exacta de espectadores totales; igualmente se estima que superó ampliamente las 600 mil localidades, que por ejemplo, en el caso del último recital en Buenos Aires –que fue en el DirectTV Arena–, costaron de 900 a 3 mil pesos.
El viernes en Mar del Plata fueron 7 mil las personas que colmaron el estadio cubierto Islas Malvinas para despedirlo. Adrenalina, Drop It on Me, Shake Your Bon Bon, Living la vida loca, Asignatura pendiente, Disparo al corazón, A medio vivir, Tu recuerdo, Fuego de noche, nieve de día, Te extraño, La mordidita y Vuelve fueron parte de ese repertorio de hits con los que Ricky mantiene en éxtasis a su público durante las casi dos horas que dura el espectáculo.
A dicha ciudad viajó con los mellizos y, de regreso, descansaron en el hotel y partieron de Argentina.