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el regreso de “la loba”

Shakira lanzó nuevo disco después de siete años y para ella fue una catarsis

Una frase del hit que Shakira y Bizarrap produjeron en 2023, da título a la producción que la cantante lanza luego de ‘El dorado’, en 2017. Con ‘Las mujeres ya no lloran’, ella vuelve a competir en los charts y rankings que las plataformas ofrecen. Y no le va mal, tiene más de dieciséis millones de streams, potenciados por su performance gratuita en Times Square.

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Shakira con un show en Times Square, de Nueva York, lo hizo para fans. | instagram shakira

Shakira es algo más que fenómeno de masas. El año pasado, la Music Sessión#53, su colaboración con el productor Bizarrap generó un revuelo que quebrantó los límites de lo exclusivamente musical, aportándole alguna que otra leña a la querella en torno a la infidelidad. Matizada por una perspectiva de género, la polémica que desataron los versos que le dedicó a su exmarido, Gerard Piqué, escaló hasta convertirla en vocera de una forma de empoderamiento que también se enfrentó con críticas. A saber, la exposición de la intimidad, la puñalada por la espalda, el odio volcado en redes sociales hacia el receptor de aquel mensaje con muy pocos eufemismos, fueron componentes que no hicieron más que aumentar el impacto de una canción que fue mucho más que un hit.

Y después de siete años, Shakira asoma con este álbum, cuyo título proviene de uno de los versos de aquella sesión. Las mujeres ya no lloran es un fenómeno de ventas bastante relativo al éxito de la mencionada Session#53: a  24 horas de su lanzamiento se convirtió en el disco más escuchado del año, superando los dieciséis millones de streams, y en ascenso. Quien anunció la noticia fue Jimmy Fallon  a recibiéndola en su programa, The Tonight Show, para charlar y ofrecer una breve, pero poderosa presentación.

En la calle. “Nos vemos a las 7:15 esta noche (martes 26 de marzo), en Times Square, en el escenario de TSX”, había anunciado Shakira, casi sin antelación. El espectáculo duró unos dieciséis minutos, en el escenario TSX Entertainment, en pleno Times Square, en Nueva York, y convocó a unas cuarenta mil personas.

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No es una característica exclusiva de Shakira, pero ha quedado establecido que cuando se separa de algún vínculo amoroso, se viene una canción que será una bomba. Imposible no pensar en Días de enero, la balada que le dedicó a Antonito de la Rúa. Con pátinas un tanto irónicas no dejaba de exponer el desgarro, la soledad y el más profundo amor hacia el hijo del expresidente argentino.

Libre soy. Consciente del cambio de época, Shakira entendió que sus reflexiones en torno a los impedimentos, los obstáculos que el patriarcado le impone a las mujeres están siendo revisados. Y a ella, que siempre fue un símbolo de empoderamiento y de transversalidad, no se le hizo muy difícil encauzar esas ideas y que encontraran un eco. En contrapartida y de manera disruptiva y un tanto provocadora, ella acercó una posibilidad: que sean los hombres quienes “padezcan” ahora, ya sea en un plano didáctico o someramente vengativo. 

“Ahora les toca llorar a los hombres”, le dice Shakira a un Jimmy Fallon dispuesto a jugar el juego. “¿De qué estás hablando?”, le repregunta el conductor, casi inmolándose para recibir la respuesta, cargada de un marco teórico que, si alguna vez fue resistido, ahora es casi esperable por parte de una mujer dominante de la industria. “Lo estuvimos haciendo mucho tiempo las mujeres”, dijo Shakira. “Nos enviaban siempre a llorar por el hecho de ser mujeres. Siempre nos han dicho que tenemos que controlar nuestros sentimientos delante de la gente y de nuestros hijos. Nadie te tiene que decir cómo actuar. Ahora, las mujeres deciden cuándo, cómo y hasta cuándo llorar”. El discurso de la artista colombiana respecto de las razones por las que tomó la decisión de divorciarse se acomodó, modulando hacia una explicación que contempla las condiciones materiales y objetivas de la producción de su propia obra. 

Shakira admitió que fue un insumo para el álbum, aunque analizó que el hecho de estar en pareja le cercenaba un poco el tiempo necesario para trabajar en su obra. Ahora su situación es otra. “Fue muy difícil poner todo lo que sentía en un álbum y darle forma porque no tenía tiempo.  Ahora soy libre, ahora puedo trabajar de verdad. (...) Necesitaba sentirme mejor, estaba reconstruyéndome y la única que tenía de volver a estar entera era yo a partir de la música, porque es mi motivación. Este álbum fue mi catarsis”.