La abogada patrocinante de los padres de las víctimas de presuntos abusos sexuales cometidos por el sacerdote José Antonio Mercau, Mariana Zárate, aseguró hoy que " son muchos más" que los conocidos los casos de menores atacados por el religioso, aunque resulta difícil, por el tipo de delito, llevarlos a la Justicia.
La letrada cuestionó además el régimen de "libertad morigerada" que le otorgó la Justicia a Mercau, al señalar que cuenta con "Internet, viene mucha gente a visitarlo y hasta se dedica a hacer asados" para quienes concurren a visitarlo en el lugar en donde esta alojado.
Zárate explicó en conversación con radio Continental que cuenta con "varias denuncias" que señalan que este régimen de prisión preventiva en un convento de Los Toldos " no se cumple".
Durante la jornada de ayer, el cura, que dirigía la parroquia del barrio López Camelo, debió declarar ante la fiscalía de la localidad de Pacheco por las denuncias que lo acusan de abusar de menores de edad.
En esa declaración, aseguró Zárate, el imputado intentó "mejorar su situación procesal", al alegar que "se consideraba inocente y que no entendía bien lo que estaba sucediendo".
También señaló que, "como no existía fecha cierta" de los supuestos abusos, "no podía precisar qué era lo que había hecho en esa época, en 2005".
La letrada sostuvo que el cura "tenía un mismo procedimiento para con todos los chicos" consistente en "ganarse la confianza de ellos para seducirlos" y que "a cambio de bienes materiales, que los chicos necesitaban por su vulnerabilidad extrema", les exigía favores sexuales.
Incluso, sostuvo que " estos casos son sólo algunos, estamos convencidos de que son muchos más. Por ese hogar han pasado cantidad y cantidad de menores, que luego han fugado, y no sabemos por qué", pero resultan " difíciles de probar y de que los chicos acepten testificar" por el tipo de delito.
El sacerdote, hasta el momento, fue procesado por cuatro casos y recibió una prisión morigerada, por lo que fue enviado a un convento en Los Toldos (partido de General Viamonte), en la provincia de Buenos Aires.
El caso está apelado ante el Tribunal de Casación provincial, mientras en el hogar donde trabajaba, aún se alojan chicos pobres, con problemas familiares o víctimas de maltrato.
Fuente: DyN