
La Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires decidió que los porteños deberán realizar, al menos
una vez al año,
una verificación técnica a automóviles y motos que tengan más de tres años de
antigüedad o, al menos, 60 mil kilómetros.
La flamante norma dispone que
los
automotores deberán ser controlados, con un costo de sesenta pesos, en los cinco centros de
verificación que la comuna deberá concesionar.
Además, prevé multas de entre 500 y 1.000 pesos para quien incumpla la normativa.
La verificación
será gratuita para aquellos titulares de los vehículos que
tengan el pago del impuesto a la patente automotor al
día.
La ley establece que el control será una garantía de seguridad “tanto activa como pasiva” para los vehículos y certificará “una emisión admisible de contaminantes físicos y de efluentes gaseosos”.