TEXTUM
SALIDA DE EMERGENCIA

El desayuno sobre estos mantelitos

Alicia Eguren 20230910
Alicia Eguren | CEDOC

1º de agosto de 1956 | Amor mío que no me contesta:

Hace diez le escribí y todavía no tengo ninguna noticia suya. Le ruego que me escriba constantemente. Puede imaginarse qué feliz me hacen sus cartas. No espere carta mía para contestarme; imagínese; ¡tantas cosas pueden suceder con mis cartas hasta llegar a Ud.! Pero ¡envíeme alguna noticia!, un telegrama, dos líneas, cualquier cosa. 

Vivo muy angustiada por Ud. y mis presagios no son buenos. Anoche tuve un mal sueño. Soñé con Juana de Arco La llevaban a la hoguera. Me acerqué a mirarla y cuando le ví el rostro me helé de espanto: era yo misma y estaba vestida con armadura negra. Antes de llegar al suplicio pedí confesor y me acerqué a un monje encapuchado ante el cual me arrodillé. Nunca, en mi vida, he tenido un estado de serenidad y placidez como experimenté cuando me conducían a la muerte. El monje lloraba de tristeza y no podía escuchar mi confesión. Recuerdo que la tranquilicé tratando de explicarle esa paz, sobrenatural que me embargaba. Continué soñando una cantidad de cosas inconexas que no recuerdo, y, al cabo de un rato, el tema de Juana de Arco reapareció: alguien buscaba un pequeño mausoleo que contenía sus restos, y creo que mi hermana condujo a la gente a un pequeño monumento en el cementerio de Chacarita. Te cuento todo esto porque, aunque regularmente sueño, y mucho este sueño me dejó muy acongojada. Si fuera premonitorio, espero que no me falte la serenidad que sentí en sueños. Sin duda los búhos y lechuzas que todas las noches golpean contra las ventanas sin vidrios son fundamentalmente responsables de estas agorerías. Superemos. Escribí un buen rato y luego me puse a bordar unos mantelitos para desayuno. 

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Alicia Eguren 20230910

Amor mío, ¿algún día Anita nos traerá el desayuno sobre estos mantelitos que hoy bordo pensando en Ud.? Y sobre todo, ¿después de tanto como hemos sufrido y todavía sufriremos, seremos capaces de sublimar nuestro personal egoísmo y edificar un amor sólido, capaz de superar no las adversidades porque en ese sentido esta prueba es definitiva, sino nuestra inestabilidad emocional? Por mi parte digo que sí, digo: para toda la eternidad, y me entrego. 

¡Ah, querido mío! le ruego, le ruego (mire que estoy horriblemente sola) que cuando pronuncie "in mente" las mismas palabras, ni siquiera las diga si no es plenamente consciente de la responsabilidad que asume. Vuelva a leer esto y contésteme. ¿Ud. cree que puedo apoyar la cabeza sobre su hombro y entregarme a Ud., entregarme para siempre? Piénselo bien. Piense en Ud. mismo, en su sentido salvaje de la libertad en su auténtica psicología de "gambler", en las dificultades de la vida práctica, en que yo no soy sola. No piense en cambio en que yo pueda decepcionarlo ni dejarlo de querer. Eso jamás sucederá mientras ambos no defeccionemos del amor concebido y vivido como una alta y maravillosa empresa.

(De una carta de Alicia Eguren, detenida en Olmos, a John William Cooke, preso en Ushuaia, publicada como parte del libro "Escritos", editado por Colihue en base a una investigación de la Biblioteca Nacional).