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Japón

Suzuki y Mazda envueltos en un escándalo por emisiones contaminantes

Suzuki Motor Corp. y Mazda Motor Corp. se suma a la lista de fabricantes de automóviles que no han cumplido con las rigurosas regulaciones de control del país.

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Suzuki y Mazda envueltos en un escándalo por emisiónes de gas en Japón. | Bloomberg

Suzuki Motor Corp. y Mazda Motor Corp. realizaron controles de ahorro de combustible o de emisiones de gases en automóviles que no alcanzaron los estándares japoneses, lo que se suma a la lista de fabricantes de automóviles que no han cumplido con las rigurosas regulaciones de control del país.

La mitad de los vehículos en las pruebas que realizó Suzuki fueron examinados de manera inadecuada antes de ser enviados desde las fábricas a los concesionarios en Japón, informó el Ministerio de Transporte sin dar más detalles.

Mazda y Yamaha Motor Co. tampoco realizaron las pruebas de ahorro de combustible y emisiones de gases correctamente en algunos de sus vehículos.

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Los anuncios en su mayoría corresponden a violaciones de los procedimientos y requisitos locales y, por lo general, no conducen a retiros masivos como los que afectaron al fabricante alemán Volkswagen AG, que hace unos tres años admitió haber manipulado sus vehículos diésel para aprobar fraudulentamente las pruebas de emisiones. La reputación de Japón de fabricación de alta calidad recibió un duro golpe después de que Nissan Motor Co. y Subaru Corp. admitieran el año pasado el uso de métodos de prueba irregulares y Kobe Steel Ltd. dijera que vendió productos por debajo del estándar.

"Esto es en general muy diferente del uso que hizo VW de un dispositivo para alterar las emisiones", dijo Janet Lewis, analista de Macquarie Capital Securities en Tokio, y agregó que las admisiones no deberían tener un impacto duradero en las ventas ya que la seguridad no parece estar comprometida. "Podría ser una señal de lo engorroso que es completar los procedimientos de prueba del gobierno japonés. También puede reflejar presiones para reducir los costos".

En Japón, el gobierno confía a los fabricantes de automóviles la realización de la denominada inspección automotriz final para los vehículos que se venden en el mercado local con el objetivo de asegurarse que todo cumple los estándares nacionales y los de la propia compañía. Este procedimiento no es necesario para los vehículos que se exportan a otros mercados o que se producen en plantas internacionales.

Sin embargo, los traspiés de Suzuki probablemente causarán caídas en los envíos y afectarán las ganancias en Japón, según un informe de los analistas de Bloomberg Intelligence Steve Man y Kevin Hyun-Jea Kim.

Las acciones de Suzuki cayeron un 6 por ciento el jueves en Tokio, la mayor pérdida desde junio de 2016. Mazda descendió un 1,3 por ciento, mientras que Yamaha cayó un 4,6 por ciento.

La importancia de las pruebas de emisiones de vehículos aumentó después de que se descubriera que VW manipulaba dispositivos en sus vehículos diésel para ayudarlos a cumplir los estándares.

Suzuki ya estuvo envuelto en 2016 en un escándalo por métodos irregulares de prueba de ahorro de combustible, después de lo cual el presidente Osamu Suzuki renunció al cargo de máximo ejecutivo para asumir la responsabilidad. El año pasado, Nissan dijo que trabajadores no autorizados para certificar vehículos japoneses aprobaron la inspección final de las líneas de ensamblaje y que el proceso puede haberse remontado hasta 1979 en su planta de Tochigi.

El incidente causó el retiro de alrededor de 1,2 millones de vehículos en Japón, y ninguno en el extranjero, y Nissan ha estado actualizando sus plantas y contratando más inspectores certificados para mejorar el proceso de control. Los casos de Nissan y Subaru llevaron al Ministerio de Transporte de Japón a ordenar una revisión de los procedimientos de cumplimiento de los fabricantes de automóviles de la nación.

Suzuki informó que investigó 12.819 vehículos producidos en tres plantas japonesas desde 2014 y encontró que los datos de prueba de la mitad deberían haberse clasificado de inválidos. El problema fue causado por la falta de conocimiento de los requisitos por parte de los inspectores y no por la manipulación intencional para producir mejores resultados, dijo la empresa en una presentación a la bolsa de valores.

"Esta es una prueba, así que si hacemos trampa, es un gran problema", señaló el presidente de Suzuki, Toshihiro Suzuki, a los periodistas en una rueda de prensa el jueves, y agregó que la compañía no espera costos importantes derivados del incidente. "Quiero corregir esto a fondo".

Mazda dijo que encontró que se usaron datos inapropiados en 72 casos de 1.472 vehículos probados desde noviembre de 2014, pero los estándares de emisiones no se vieron comprometidos. Yamaha informó siete errores de 335 pruebas. Los tres descartaron el retiro y presentaron sus disculpas por sus acciones.