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La postura de AMLO sobre el petróleo complicaría el TLCAN

Mientras México presiona para concluir un acuerdo del TLCAN con Estados Unidos, los negociadores enfrentan un nuevo desafío: manejar la oposición del presidente.

Morena Presidential Candidate Andres Manuel Lopez Obrador Holds Campaign Rally Ahead Of Election Day
Morena Presidential Candidate Andres Manuel Lopez Obrador Holds Campaign Rally Ahead Of Election Day | Bloomberg

Mientras México presiona para concluir un acuerdo del TLCAN con Estados Unidos, los negociadores enfrentan un nuevo desafío, según tres personas familiarizadas con las negociaciones: manejar la oposición del presidente electo Andrés Manuel López Obrador, conocido como AMLO, a la apertura de la industria petrolera del país desde 2013.

Hay un debate dentro de su equipo de transición sobre cómo debería manejarse el tema de la energía en el acuerdo comercial, según las personas, que pidieron no ser identificadas debido a que se trata de reuniones de carácter privado. Por un lado, los izquierdistas de línea dura cercanos a López Obrador quieren evitar realizar un compromiso adicional a la reforma a través del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN). Se oponen a las normas de energía negociadas durante el último año, que ratificarían los cambios de México, que brindan seguridad y protección adicional para las inversiones.

Por otro lado, están los académicos y pragmáticos cercanos a López Obrador y el actual equipo de negociación reunido por la administración del presidente Enrique Peña Nieto. Ellos advierten que presentar nuevas exigencias a EE.UU. sobre temas que se pensaba que estaban resueltos podría arruinar el último año de negociaciones con el equipo del presidente Donald Trump, justo cuando EE.UU. y México avanzan en las negociaciones sobre automóviles y agricultura, y buscan un progreso importante para sellar el acuerdo.

Representantes de Jesús Seade, negociador del TLCAN del equipo de López Obrador, y de la Secretaría de Economía de México declinaron hacer comentarios. La situación fue informada anteriormente por The Wall Street Journal.

Problemas de soberanía

Algunos en el equipo de López Obrador también quieren eliminar los temas de energía del proceso de solución de controversias entre inversionistas y gobiernos del TLCAN, previsto en el Capítulo 11 del tratado, de acuerdo con otras dos personas con conocimiento de las conversaciones, que también pidieron no ser identificadas. El mecanismo permite a las empresas estadounidenses y canadienses presentar reclamos contra el Gobierno mexicano y hacer que sean atendidas por un tribunal independiente en lugar de solo tribunales mexicanos.

Algunas personas cercanas a López Obrador quieren eliminarlo sobre la base de que priva a México de su soberanía y capacidad para tomar decisiones sobre cómo tratar a las compañías que operan dentro de su territorio, de acuerdo con las fuentes. Eso refleja la preocupación del representante de Comercio de EE.UU., Robert Lighthizer, sobre que los paneles perjudican el mismo poder de toma de decisiones en EE.UU. Los equipos negociadores de Canadá y México preferirían mantener el mecanismo de solución de controversias.

Problemas que abordar

La apertura de la industria energética de México cambió la Constitución para poner fin al monopolio de casi ocho décadas en exploración y producción de Petróleos Mexicanos. Fue controversial porque para millones de mexicanos, el orgullo nacional y la soberanía se entrecruzaron con el tema de la propiedad de los recursos petroleros de la nación, debido a una dramática decisión nacionalista de 1938 de expropiar campos de compañías estadounidenses y británicas. Ese fue particularmente el caso en el estado natal de López Obrador, Tabasco, una de las áreas petroleras más grandes de México.

López Obrador ayudó a liderar la resistencia a la reforma, y calificó a los legisladores que la aprobaron de traidores que regalaron los recursos de la nación a extranjeros.

Sin duda, deshacerse de las protecciones en el sector de energía no es la postura del equipo negociador mexicano, ni es probable que lo sea mientras la administración de Peña Nieto esté a cargo. Los negociadores encabezados por el secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, están a favor de mantener las normas de energía como ya se acordaron. López Obrador no asumirá la presidencia hasta el 1 de diciembre y no heredará el liderazgo de las negociaciones del TLCAN hasta entonces, si es que ocurre.

Aun así, incluso si Peña Nieto firma el acuerdo del TLCAN, le corresponderá al Senado mexicano controlado por los aliados de López Obrador aprobarlo y a López Obrador implementarlo. Eso requiere de un acuerdo que ambos puedan aceptar.