CULTURA

La vena poética de Esteban Peicovich

El columnista de Perfil.com desnuda su pasión sobre ese género literario.

1208estebanpeicovichg
| Cedoc

Reconocido en prosa periodística por el "El ocaso de Perón" (1975) y "Borges, el palabrista"  (1980), el periodista Esteban Peicovich atraviesa sus 81 años con otra especialidad entre manos: la poesía. Cerca de presentar "Fauna íntima" (2012), el columnista de Perfil.com reflexionó sobre su genéro literario menos conocido.

¿Por qué llego a poeta? "En el reparto del azar me correspondió tener la palabra como cédula de identidad (...) Según mi madre, durante el primer tiempo en la cuna solo dije “yea yea yepa”. Jitanjáfora de tránsito que me acompañó hasta comenzar a escribir. Ya habitante de la cinta sin fin del idioma madre me busqué un idioma hijo", contó en una entrevista al portal uruguayo Espectador.com.

Esto no les gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Hoy más que nunca Suscribite

De visita en el país vecino,  con charlas y presentaciones literarias incluidas, el único periodista que entrevistó a Juan Domingo Perón en el exilio reflexionó sobre para qué sirve la poesía: "Para ir y volver de la locura inocente y sorprendido como un niño".

Según enumera, los poetas que lo inspiraron fueron Garcilaso, Holderlin, Esenin, Yeats, Vallejo, Herrera y Reissig,  Sandburg, Huidobro -entre otros- "y así hasta el más humilde coplero de por allí", apunta.

Poesía y periodismo. "En mi caso hubo siempre un igual animal nombrador. Un funámbulo de la palabra. Como periodista siempre me sentí un ignorante especializado. Como poeta un niño emperrado en no dejar que le contaran la gran noticia del vivir. En mi caso ambos se potenciaron", siguió Peicovich al portal montevideano.

"El periodismo trabaja con los ecos de la realidad. La poesía con sus voces. Uno, con las palabras de los días. La otra, con las palabras del tiempo", definió el periodista.

La tercera edad. "A mis 81 años no soy más que un hombre en gloriosa descomposición. A esta edad el tiempo es más creativo que yo. Los "octos" no somos más que bebés de regreso. Con suerte me queda la edad de un niño", observó.

Asimismo, Peicovich le quitó el aura revolucionaria con la que se barnizó a la poesía en los '60, "La poesía no tiene como fin cambiar el mundo. Ella es el mundo. Lo saben la corza, el abedul, el colibrí, la ballena, el ciempiés. Ojala lo supiéramos de igual modo y al unísono los 7 mil millones de Sísifos que no paramos de jodernos los unos a los otros".