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Otra vez, el modelo al límite

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El modelo de alto crecimiento, inflación y consumo de la última década produjo en sus principios una recuperación del empleo perdido en los ‘90 que agrandó a la población que está entre los más ricos y los más pobres.
Pero el modelo produce mejoras en las cuentas de los hogares medios cuando viaja a 130 kilómetros por hora.
Cuando su crecimiento abandona las tasas chinas, no genera empleo; y cuando hay que gastar mucho más en importar energía que en planes sociales, disipa los efectos de la ilusión monetaria que provocaba subas salariales que en algunos meses del año le ganaban a la inflación y le daban el poder de fuego a los bolsillos para comprar electrodomésticos y autos; bienes que, a su vez, servían para ahorrar, con los pesos desvalorizándose con las alzas generalizadas.
El modelo llegó a su límite por falta de retoques y dejó muchas deudas: una de las más importantes es que el desempleo entre los jóvenes mantuvo el mismo nivel del hiperdesempleo de los ‘90 para toda la población. Fuimos (Aguilar, 2005) es una crónica que escribí tras la crisis de 2002, en la que se cuenta la historia de cuatro familias que atravesaron con distintas suertes todas las crisis económicas desde el Rodrigazo.
En los albores del kirchnerismo, más allá de algunas críticas, los personajes -reales- mostraban esperanzas sobre “el futuro del país” y las perspectivas personales.
Ahora, en crisis, se preparan para el ajuste y para pasar, como les enseñó la historia, otra vuelta recesiva del péndulo económico argentino

* Es editor de Economía de PERFIL; Autor de Fuimos, aventuras y desventuras de la clase media, que forma parte de Latin America’s Middle Class: Unsettled Debates and New Histories (Lanham MD: Lexington Books, 2013)