Una ola de pánico se diseminó ayer por toda Europa tras los ataques en Barcelona. En Finlandia, dos personas murieron y seis resultaron heridas al ser atacadas a cuchilladas por un hombre que fue baleado y detenido en la ciudad de Turku, donde la policía seguía buscando a otros sospechosos. Las autoridades aún no confirmaron si se trató de un atentado terrorista.
La ministra del Interior, Paula Risikko, explicó que, por el momento, las fuerzas de seguridad no están tratando el suceso como un ataque terrorista, aunque advirtió que la línea de investigación podría cambiar. Asimismo, añadió que el atacante, detenido tras recibir un tiro en la pierna, aún no fue identificado, pero dijo que parecía “extranjero”.
Los violentos incidentes ocurrieron en el centro de la ciudad portuaria, en un barrio muy frecuentado. “Un individuo asestó una puñalada en la espalda a una mujer con un cochecito de niños. La atacó sin dudar ni un instante y sin previo aviso”, relató el diario Ilta-Sanomat. “He visto a una anciana, tenía sangre en todo el cuerpo. Intenté ayudarla, la tendí de lado”, dijo a la prensa Wali Hashi, testigo del ataque.
“Una joven ha gritado mucho en una esquina de la plaza. Hemos visto a un hombre en la plaza que agitaba el cuchillo que tenía en la mano”, contó a la televisión pública finlandesa YLE otra persona, que no quiso dar su nombre. La policía disparó a las piernas del supuesto autor del crimen, cuyas motivaciones todavía se desconocen.Otros testigos aseguraron que el agresor gritó “Alá hu akbar” (Alá es grande, en árabe), pero la policía no confirmó esos testimonios.
Según los medios locales, las fuerzas de seguridad acordonaron el centro de la ciudad y pidieron a la población que abandonara y evitara esa zona de Turku, una localidad que fue antaño la capital y la ciudad más poblada de Finlandia. “El gobierno sigue de cerca la situación en Turku y la operación que está llevando a cabo la policía”, tuiteó Juha Sippilä, jefe del gobierno finlandés, antes de una reunión de gabinete para abordar la crisis de seguridad.
El canal de televisión MTV3 informó que la policía incrementó la seguridad en el aeropuerto de Helsinki y en las estaciones de tren.
Antecedentes. En junio, los servicios de seguridad finlandeses subieron el nivel de riesgo de atentados, tras enterarse de ataques “relacionados con el terrorismo”. Ese riesgo, que se consideraba como “débil”, se convirtió en “elevado”. En 2012, un hombre con un cuchillo se había aproximado al entonces primer ministro finlandés, Jyrki Kaitainen. El incidente, sin embargo, no pasó a mayores y, luego, se demostró que el sospechoso sufría una perturbación psicológica, por lo que no fue juzgado.
El ataque de ayer ocurrió un día después de los atentados en Cataluña, que dejaron 14 muertos y más de cien heridos, y pusieron en alerta a Europa. n
