Cuando todas las encuestas pronosticaban un triunfo de Hillary Clinton, el profesor Allan Lichtman vaticinó que el ganador sería Donald Trump. Y nadie puede decir que haya sido casualidad: este historiador estadounidense lleva 32 años anticipando correctamente los resultados de las elecciones presidenciales en su país. Desde 1984, acertó ocho veces consecutivas. Jamás falló.
Lichtman es catedrático de Historia en la American University en Washington DC y autor del best seller The Keys to the White House, en el que explica su efectivo método de predicción electoral. El sistema consiste en un test de 13 preguntas tipo “verdadero o falso” sobre el desempeño de la gestión saliente. Si seis o más preguntas obtienen un “falso” como respuesta, el partido de gobierno será incapaz de retener el poder.
Para desarrollar su modelo, Lichtman se basó en un análisis de todas las elecciones estadounidenses entre 1860 y 1980. En un diálogo vía mail con PERFIL, el historiador afirmó que el éxito de su método para predecir el resultado de las elecciones de 2016 “demuestra que la fuerza de la historia fue más fuerte que la fuerza de Trump”, ya que la victoria del magnate republicano no escapa a las generales de la ley previstas en su sistema. “Ahora la gran incógnita es si Trump es una anomalía o si marca el comienzo de una nueva tendencia en la política de los Estados Unidos”.
Este gurú invicto es, además, un enemigo declarado de los sondeos de opinión. “Las encuestas no son predicciones, sino instantáneas que simulan una elección –dijo Lichtman–. Se abusa de ellas y se les da un uso incorrecto. Aunque los errores más graves se vieron este año, las encuestas ya habían fallado en las campañas de 1980 y 2012. Además, los sondeos facilitan el periodismo perezoso: un reportero no necesita levantarse de la cama en la mañana para escribir una historia sobre lo que dicen las encuestas. Esto, a su vez, obstaculiza una reflexión sobre las fuerzas más profundas que guían una elección y sobre el impacto de los resultados en el futuro de la nación”.
¿Qué variables tiene en cuenta el modelo de Lichtman para evaluar la performance del gobierno que deja la Casa Blanca? Crecimiento económico, cambio político, escándalos, malestar social y éxitos y fracasos diplomáticos y militares son algunas de ellas. Este año, su predicción fue publicada dos meses antes del llamado a las urnas. Fue tardía en comparación con las de 2008 o 2012, cuando vaticinó el resultado con dos años de anticipación.
Lichtman pronosticó el triunfo de Trump antes de que éste se viera afectado por la aparición de un video en la recta final de la campaña en el que prácticamente se lo retrataba como un acosador sexual. De todos modos, su predicción no hubiera cambiado: como buen historiador, Lichtman sostiene que las tendencias electorales se mueven al ritmo de procesos estructurales de media y larga duración. Hasta ahora, no le fue para nada mal.
