INTERNACIONAL
Sin lugar para el disenso

La revista Esquire provocó la renuncia del jefe militar estadounidense en Medio Oriente

La nota revelaba importantes diferencias entre el almirante William Fallon y la administración Bush. Detalles de la caída del militar.

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| AFP

“Si en medio de este ocaso de la administración de Bush vamos a la guerra con Irán, será responsabilidad de una sola persona. Si no lo hacemos, será responsabilidad del mismo hombre”.

Así comenzaba el artículo que publicó la revista Esquire la semana pasada sobre el jefe del Comando Central estadounidense, William Fallon, quien ayer presentó su renuncia al cargo.

Al anunciar su dimisión, el secretario de Defensa Robert Gates leyó un comunicado en el que el ex jefe del Comando Central aseguró que "la percepción pública de diferencias entre mis opiniones y la política de la administración hace que esta sea la decisión correcta".

Esa diferencia era exactamente la que retrataba Esquire en el artículo, muy crítico del gobierno de Bush. “A pesar de los gritos de guerra lanzados por esta esclerótica administración, Fallon no tiene ninguna prisa por recolectar medallas en Irán”, sostuvo la nota.

Las diferencias de opinión habían quedado demostradas en las declaraciones que el mismo Fallon había hecho a la cadena de televisión qatarí Al Jazeera: “ Este constante rumor de conflicto no ayuda ni resulta útil. Creo que no va a haber guerra y con ese objetivo deberíamos trabajar”, había dicho.

Según el artículo de Esquire, a la administración de Bush no le causaban gracia estas muestras de disenso y aunque hoy Gates desmintió que Fallon fuera presionado para renunciar, algo de eso puede haber ocurrido. Ya en la nota le auguraban corta vida al almirante, por lo menos al frente del Comando Central estadounidense.

El presidente Bush no está acostumbrado a que sus subordinados expresen sus opiniones tan libremente como lo hace Fallon”, aseguraba el artículo. “No causará sorpresa si Fallon es desplazado del cargo antes del final de su mandato (...) y reemplazado por alguien que la Casa Blanca considere más maleable”, agregaba.

Las diferencias de Fallon con el gobierno quedaban resaltadas por su enfrentamiento con el General David Petraeus, el máximo comandante de las fuerzas estadounidense en Irak, uno de los "niños mimados" de los neo-con que forman la columna vertebral del gobierno de Bush.

Ese tanto por esa divergencias con Petraeus como por su renuncia que sorprendió que Fallon visitara inesperadamente Irak hoy.