INTERNACIONAL
colombia elige presidente en dos semanas

Santos plantea su reelección como un plebiscito al plan de paz con las FARC

El jefe de Estado promete que si gana se terminará el conflicto con la guerrilla. En cambio, el candidato de Uribe quiere cancelar el diálogo. Pronostican segunda vuelta.

Campaña. El primer mandatario recorre el país y anuncia que en su segunda gestión logrará que las FARC dejen las armas.
| EFE

El presidente Juan Manuel Santos buscará el 25 de mayo su reelección, en una campaña planteada como un plebiscito al diálogo de paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). Las negociaciones con la guerrilla dividen las aguas entre los candidatos y prometen definir el resultado de los próximos comicios.

Mientras el jefe de Estado prometió que si es reelecto se terminará el histórico conflicto armado, el postulante uribista, Oscar Iván Zuluaga, anunció que en caso de ganar cancelará las conversaciones de La Habana.

Según las últimas encuestas, el primer mandatario tiene el 27% de intención de voto y disputará una segunda vuelta con Zuluaga, integrante del Centro Democrático, el partido recientemente fundado por el ex presidente Alvaro Uribe. “Colombia merece la paz” es el slogan de campaña de Santos, que en 2010 llegó a la Casa de Nariño de la mano de su antecesor, para luego romper esa alianza.

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Uribe nunca perdonó aquel gesto y se pasó a la oposición, desde la cual vapuleó el diálogo con las FARC. Según el senador, esa negociación garantizará la impunidad de los líderes de la guerrilla y su inserción en la política.

“Se trata de un plebiscito. Si la gente quiere paz votará a Santos. El Centro Democrático y Uribe lograron polarizar a la opinión pública alrededor de los que quieren paz como sea y los que no quieren paz o la quieren, pero con rendición, sin impunidad”, afirmó a PERFIL desde Bogotá Ancízar Marroquín, politólogo del Instituto de Altos Estudios para la Gestión Pública.

El tercero es discordia en la campaña es Enrique Peñalosa, un economista que nació en los Estados Unidos, pero renunció a esa ciudadanía para ser electo alcalde de Bogotá. Con el 10% en las encuestas, lidera la Alianza Verde y se desmarca del uribismo al prometer que continuaría con la negociación encarada por Santos.

Lo cierto es que esta semana Colombia vivió los días más álgidos de la contienda, con acusaciones cruzadas entre el jefe de Estado y su antecesor. La primera bomba llegó cuando la prensa local difundió que J.J. Rendón, el polémico publicista de Santos y rey de la campaña sucia, fue señalado por el narcotraficante Javier Antonio Calle Serna por haber recibido 12 millones de dólares para gestionar su entrega ante el gobierno colombiano. El martes, en tanto, la Justicia desbarató una oficina de un miembro de la campaña de Zuluaga, desde la que hackeaba a funcionarios del gobierno y miembros de las FARC para entorpecer las negociaciones. El episodio sacudió a Uribe, que cuenta con un abultado historial de escuchas telefónicas durante su gobierno.

“No apoyo a Juan Manuel porque lo conozco”, disparó el jueves Francisco Santos, primo hermano del mandatario, respaldando a Zuluaga y poniéndole más pimienta a la agresiva campaña. Desde la otra vereda, Antanus Mockus, ex rival de Santos en las presidenciales de 2010, anunció públicamente su voto al jefe de Estado.

A dos semanas de los comicios, Santos busca apuntalar su imagen, que cayó en picada desde que asumió en 2010, cuando contaba con el 83% de popularidad. Su debacle se debe al prologando paro campesino, al fallo limítrofe adverso en la Corte Internacional de La Haya –en un diferendo con Nicaragua– y a las feroces críticas al diálogo con la guerrilla. Ahora, aspira a llegar al ballottage con la suficiente fuerza como para derrotar a las huestes de su mentor, el implacable ex presidente Uribe.