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El uso político, y económico, de los desaparecidos

El "negacionismo", la pelea con Grabois y cómo los K terminan ayudando a Macri. <b>Mirá el video</b>.

Ceferino Reato vs Juan Grabois: un cruce en Intratables.
Ceferino Reato vs Juan Grabois: un cruce en Intratables. | Captura América

Si una imagen vale más que mil palabras, no me gustaría anular con retórica la contundencia del video extraído de “Intratables”. Y eso que el jueves llegué al estudio en son de paz, conmovido por el mensaje de la ex Presidenta sobre la salud de su hija. Todo eso terminó cuando las ráfagas de agravios de Grabois me alcanzaron también a mí, luego de impactar en otros tres colegas: Savoia, Mendelevich y Plager, en ese orden. Esa secuencia se ve muy clara en el video.

Todo está allí, en las imágenes, y, como enseña la sabiduría criolla, a la cual el Papa Francisco es tan apegado, “no hay que dar por el pito más de lo que el pito vale”.

Grabois extrapola el concepto de “negacionismo” e intenta aplicarlo a todos quienes señalamos que la cifra de 30 mil desaparecidos es o puede ser simbólica; la cifra real es la que surge de los registros de la secretaría de Derechos Humanos de la Nación, que está basada en los dos anexos del Nunca Más, actualizados durante el gobierno del ex presidente Kirchner.

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Allí, figuran los nombres y apellidos de 6.415 desaparecidos durante la dictadura, además de 743 víctimas de “ejecución sumaria”. La precisión de los números no disminuye la gravedad de la matanza. Y bien podrían convivir una cifra simbólica y otra real. ¿Por qué entonces Grabois y sus amigos quieren que todos repitamos que fueron 30 mil y que no haya fisuras sobre el discurso de los derechos humanos?

Video | El fuerte cruce que mantuvieron Ceferino Reato con Juan Grabois y Luis Majul

Como ya he explicado tantas veces, creo que forma parte del uso político que se hace de los derechos humanos y que ha derivado en que organizaciones como las Madres de Plaza de Mayo se hayan convertido en agrupaciones partidarias, como lo admitió la propia Hebe de Bonafini.

Un uso político que tiene un correlato económico con la montaña de subsidios a organismos, e indemnizaciones y pensiones a parientes de desaparecidos y de muertos; a presos, exiliados y —una novedad— hijos de exiliados; por ejemplo, ciudadanos suecos o españoles que nacieron de padres argentinos exiliados y que son indemnizados en base a fallos judiciales que convalidan el argumento de que no pudieron nacer ni vivir en nuestro país; obviamente, siguen viviendo en Suecia o en España.

Otra vez los números: solo en indemnizaciones a parientes de desaparecidos y muertos se han pagado más de 2.500 millones de dólares, al tipo de cambio actual. Para los interesados, me ocupo de este tema, tan sensible, en mi libro ¡Viva la sangre! y en numerosos artículos publicados en perfil.com.

Hasta ahora, Grabois y sus amigos solo han logrado que en la provincia de Buenos Aires sea obligatorio el uso oficial de la cifra de 30 mil desaparecidos. La norma está limitada a esa provincia y no alcanza a los privados. Es probable que, si vuelven al poder, intenten que el “negacionismo” sea un delito, con un castigo consecuente (multa y/o prisión). El buen humor, en primer lugar: esperemos que, al menos, no sea retroactivo.

Al final, terminan siendo los mejores agentes de campaña del macrismo ya que ese discurso puede galvanizar al kirchnerismo pero aleja al resto de la sociedad.

Parafraseando a Juan Domingo Perón, en este sentido se podría decir lo siguiente: “No es que Macri sea bueno; sus adversarios son peores”.

 

(*) Editor ejecutivo de Fortuna.