POLICIA
La sensacin de inseguridad

Matan a otro policía bonaerense y hay tres heridos

El subteniente Claudio Santillán (foto) tenía 47 años, estaba casado, y era padre de cuatro hijos. Lo asesinaron narcos en Solano.

0225santillan468telam
| Tlam

Un agente de la Policía bonaerense murió y otros tres resultaron heridos, uno de ellos de gravedad, al ser atacados a balazos cuando participaban de un allanamiento antidrogas en un asentamiento de la localidad bonaerense de San Francisco Solano, en el partido de Quilmes.

El jefe de la Policía Bonaerense, superintendente Juan Carlos Paggi, informó que los agentes atacados realizaban "un trabajo previo a una orden judicial que tenían que cumplir y el fiscal que tenía que actuar estaba presente en la zona".

Paggi, quien visitó el lugar del ataque, indicó que "lamentablemente hay un efectivo fallecido y dos en estado reservado" y que hubo "un delincuente abatido y una aprehendida que sería concubina, familiar o algo así". "Los policías son recibidos con disparos desde el interior de la vivienda", acotó Paggi y remarcó que los dos efectivos heridos están "internados, en estado reservado".

Esto no les gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Hoy más que nunca Suscribite

La víctima mortal fue identificada como el subteniente Claudio Santillán, numerario de la Superintendencia de Investigaciones del Tráfico de Drogas Ilícitas de Quilmes, quien se convirtió así en el tercer policía bonaerense asesinado en el término de nueve días. Santillán tenía 47 años, estaba casado, padre de cuatro hijos y vivía en el partido de Berazategui.

En el operativo en el que murió Santillán fueron heridos otros tres efectivos de la misma dependencia identificados como el oficial Juan Fernández, teniente Raúl Fernández y el sargento Nahuel Arévalo, quienes fueron trasladados en helicóptero al hospital Churruca, en el barrio porteño de Parque Patricios.

El cuadro más grave es el del oficial Fernández, quien recibió un disparo en el cuello, mientras el teniente Fernández fue baleado en el pecho y Arévalo, herido en una pierna. Además, uno de los delincuentes fue abatido y otros dos resultaron detenidos (uno de ellos padre del fallecido).

Otros se dieron a la fuga por lo que la Policía montó un operativo en la zona para tratar de detenerlos. El ataque se produjo cuando los policías iban a realizar un allanamiento a una vivienda en una causa de drogas, en la villa de emergencia La Matera, situada en las calles 819 y 889, en San Francisco Solano, de Quilmes Oeste.

En el momento en el que iban a realizar el procedimiento, ordenado por el fiscal Gustavo Aráoz, de la UFI temática de estupefacientes, los efectivos fueron atacados a disparos por varios delincuentes. Ante ello, se generó un violento enfrentamiento en el que se registraron entre 80 y 100 disparos. Fuentes policiales consultadas por DyN estimaron que "alguien avisó, fue una emboscada".

En ese sentido, indicaron que apenas llegó la comisión policial "desde varios sitios abrieron fuego contra los agentes lo que provocó la muerte de Santillán y heridas en otros tres agentes". Francisco Vargas, presidente de la comisión del barrio, señaló que "hubo más de cien balazos" y "fue un terrible tiroteo", dijo a radio Mitre.

Además, señaló que "fueron como más de cien disparos de ambos lados. Acá son 68 manzanas con una casa al lado de otra. Tenemos calles de tierra y estamos rodeados por arroyos, así que sé (los policías) que no tuvieron en cuenta eso".

El vecino afirmó que "los muchachos vendían droga desde hace tiempo" en esa casilla y señalo que el joven que vivía ahí era uno de los más antiguos del barrio y quedó "muy grave". Santillán se convirtió en el tercer efectivo de la Policía Bonaerense asesinado en nueve días. El 17 de febrero, una pareja de delincuentes ejecutó al teniente -ascendido post mortem a capitán- Aldo Garrido, de 61 años, durante el robo a un comercio de ropa situado en Chacabuco al 300 en pleno centro de San Isidro.
La muerte de Garrido provocó una profunda conmoción en la zona ya que desde hacía casi 30 años recorría el área y era muy querido por sus vecinos.

Garrido, incluso, estaba en edad de jubilarse, pero a pedido suyo, le permitieron continuar trabajando en la Fuerza. Por el crimen fue detenida una pareja. Al crimen de Garrido le sucedió la renuncia del jefe de la Policía, superintendente Daniel Salcedo y su reemplazo por Paggi. El viernes 20 de febrero, un día después de la asunción de Paggi, el sargento Leonardo Melizza, de 27 años fue asesinado de la localidad bonaerense de Villa Maipú, partido de San Martín.

Fuente: DYN