El secretario de Seguridad, Sergio Berni, refuerza su perfil político con la mirada puesta en las elecciones de 2015 y prepara para la próxima semana un operativo mediático que mostrará su oposición tajante a la ley que impulsan diputados del kirchnerismo para regular los piquetes.
Hasta ahora, Berni había sido el encargado de enfrentar en la Panamericana y la General Paz los cortes que impulsan trabajadores y agrupaciones de izquierda. Esta semana sumó una novedad, su creciente participación en el debate político y sindical. Un dato que refuerza las sospechas de una posible candidatura que busque contener a los ciudadanos más descontentos con la creciente conflictividad social.
Según pudo saber PERFIL, la próxima semana su equipo prepara un nuevo golpe de efecto mediático: el Operativo Autopistas para Todos y Todas. Berni realizará, formulario en mano, un “referéndum” en los peajes de las principales arterias de entrada a la Capital, para consultar a los conductores sobre su opinión frente a los piquetes. Con su particular estilo, comandará esta “consulta popular” y hará públicos los resultados para mostrar su oposición al borrador que impulsa la diputada oficialista Diana Conti en la Comisión de Asuntos Constitucionales. Sería algo inédito en el kirchnerismo: el secretario de Seguridad del oficialismo le pedirá a la gente en la calle que lo ayude a terminar con el futuro parlamentario de un proyecto que impulsa su propio espacio político.
Hace un mes, tras una fuerte represión por los conflictos en las empresas Lear y Emfer-Tatsa, Berni se excusó de opinar sobre los temas gremiales, que motivaban las protestas. “Mi responsabilidad es garantizar la circulación en las autopistas que están bajo jurisdicción del gobierno federal”, respondió ante la consulta de PERFIL. Además, indicó entonces que “los conflictos son competencia del Ministerio de Trabajo”, se defendió.
Con un rol más político, en sus intervenciones mediáticas de esta semana alineó su discurso con los planteos del jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, en una respuesta coordinada a los planteos impulsados por agrupaciones de izquierda como el Partido Obrero, el PTS y el MST, entre otros. “Soy peronista a ultranza y defiendo los derechos de los trabajadores”, dijo durante un debate en C5N. También se metió en el terreno sindical al indicar que “las internas gremiales están desangrando la producción argentina” y reivindicó la gestión kirchnerista: “Este gobierno creó cinco millones de puestos de trabajo”.
En las últimas semanas, las fuerzas de seguridad estuvieron al frente de la contención de las protestas sobre la Panamericana, con eso mostró que tiene total respaldo político de la cúpula del kirchnerismo para intervenir en la vía pública, incluso cuando sus mecanismos son cuestionados por organizaciones de izquierda. En su afán de lograr procesamientos, la Gendarmería llegó a simular un accidente de tránsito para poder detener a un vehículo que circulaba con militantes.
Las últimas intervenciones mediáticas de Berni fueron parte de una respuesta orquestada del Gobierno ante el preocupante cuadro de conflictividad social.
Desde el atril, Capitanich dio esta semana definiciones en la misma dirección que el secretario de Seguridad. Sirvieron como anticipo del desafiante discurso de la propia Cristina Kirchner del jueves pasado: “A mi izquierda sólo está la pared”.
