POLITICA
preocupacion por la proxima medicion del indec

En alerta por los números de pobreza, Stanley ya arma un plan de contención

En Desarrollo Social buscan mantener aceitado el vínculo con las organizaciones sociales. La ministra levanta el perfil y ya controla todos los planes que se distribuyen.

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En Olivos. La ministra Stanley, ayer en la residencia presidencial, junto a Peña y De Andreis. | presidencia

Más que la sucesión de protestas sociales en marcha, desde el Gobierno miran con cierta preocupación el escenario pos-Mundial. En ese momento habrán impactado todos los tarifazos, sin el alivio de muchos aumentos en los ingresos populares: ni el mínimo vital y móvil, ni los 400 mil planes atados a ese salario. Y el temor es que ese desfasaje tenga un impacto negativo en la medición del Indec sobre el nivel de pobreza en el primer semestre del año. Ante ese panorama, en Desarrollo Social busca aceitar el vínculo con dirigentes y organizaciones sociales.

Lejos de las lecturas más paranoicas sobre golpes blandos en marcha, el ministerio de Carolina Stanley detecta bastante institucionalidad en la maratón de marchas contra el Gobierno. Sobre todo de parte de las protestas impulsadas por el llamado triunvirato de San Cayetano, compuesto por la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP), Barrios de Pie y la Corriente Clasista y Combativa (CCC).

Marcha Federal. Del 28 de mayo al 1° de junio, esas orgas realizarán la Marcha Federal. Exigirán la sanción de las leyes de emergencia alimentaria, de infraestructura social, de integración urbana y de agricultura familiar. Mientras, los brazos políticos de las agrupaciones presentaron el frente Vamos, con el que planean competir electoralmente.

“Están en plena discusión interna, unificándose como partido, viendo si arman un gran sindicato o se integran a la CGT. Con los troscos, en cambio, la relación es menos previsible”, opina un funcionario de Desarrollo. Su afirmación refiere a un dato: los dirigentes sociales y la segunda línea de Stanley mantienen un diálogo fluido. Los 400 mil planes sociales que administra el ministerio –$ 4.750 por mes, ahora unificados bajo el nombre Hacemos Futuro– obligan a que exista esa cercanía.

Con un agregado reciente: el Ministerio de Trabajo le pasó el manejo de 46 mil programas de capacitación. En adelante, Jorge Triaca ya no negociará con las organizaciones.

En los últimos días, al calor de la mini-reorganización interna del gabinete nacional, circuló la posibilidad de un ascenso para Carolina Stanley. Según esa versión, la ministra de Desarrollo iba a pasar a coordinar las reuniones que, cada 15 días, reúnen a Jorge Triaca (Trabajo), Alejandro Finocchiaro, (Educación), Adolfo Rubinstein (Salud) y Emilio Basavilbaso, director de la Anses. En Casa Rosada, a esas citas se las denomina de desarrollo humano, y las coordina el vicejefe de Gabinete Mario Quintana. Stanley iba a reemplazar al segundo de Marcos Peña. Pero cerca de Mauricio Macri descartaron el enroque.

¿Futura vice? La alternativa que sí fogonean desde la Rosada es que Stanley sea la compañera de fórmula de Macri en 2019. Esa chance congela la de por sí fría relación entre la ministra y la actual vicepresidenta, Gabriela Michetti.

Según la última encuesta de la Universidad de San Andrés sobre la imagen de los ministros, Stanley puntea en el gabinete macrista, con 59% de percepción positiva. El ministro peor visto es Triaca, con 69% de imagen negativa. Una encuesta hecha por Isonomía para el Gobierno avala una radiografía parecida.

Ese protagonismo de la ministra, la única mujer junto a Patricia Bullrich, encierra una paradoja: Stanley no se mete en las discusiones sobre el rumbo general de la economía. Se limita a ocuparse de la asistencia social.