Mónica López estaba agotada por el destrato que había dentro del Frente Renovador hacia su figura política. Idas y vueltas con su candidatura, la llegada de su enemigo Francisco De Narváez, la obligación de Sergio Massa para que se baje de pelear por la provincia de Buenos Aires y la foto del tigrense con Mauricio Macri hicieron que su paciencia se colmara.
Esta tarde, a través de una foto en las oficinas del Banco Provincia junto al candidato del FPV, Daniel Scioli, selló su pase al oficialismo, espacio que había criticado duramente meses atrás. "Nosotros fuimos a plantearle a Daniel que queremos tener un presidente peronista el 25 de octubre y que, para ello, tenemos que trabajar en el territorio desde hoy mismo para evitar un ballotage con Mauricio Macri", dijo López a la agencia Télam.
Sostuvo que no consultó la decisión con el líder del Frente Renovador, Sergio Massa, ya que "cuando yo quería ser candidata a gobernadora, me enteré que él me había bajado por la tele. Así que ahora, no me tomé la molestia de llamarlo para avisarle".
Si bien la foto se hace pública, a través de un tuit del vicegobernador Gabriel Mariotto, lo cierto es que la relación entre López y Massa está quebrada hace varios meses. En las últimas semanas, inclusive, había dicho que en caso de un balotaje iba a votar al peronismo y no a Mauricio Macri, como planteaban sus operadores.
"Si Massa no llega a la segunda vuelta, mi voto va a ser del peronismo. Sergio es dueño de su voto, no del mío", señaló a Perfil.com el 4 de septiembre. A partir de esa declaración comenzaron los llamados del FPV, que incluyeron uno personal de Daniel Scioli para agradecerle el gesto. Hoy se transformó en una foto que el kirchnerismo se encargó de difundir.
