PROTAGONISTAS
edicion 2013

Premios a la Inteligencia y a la Libertad de Expresión

<p>Esta semana, Perfil galardonó a personalidades cuya actividad ayuda a potenciar dos valores que contribuyen a una mejor sociedad.</p>

1. Los ganadores de los premios a la Inteligencia y a la Libertad de Expresión.
| Leon Szajman, Andres Settepani, Octavio Mancini

Como todos los años, la Editorial Perfil entregó los premios a la Libertad de Expresión y a la Inteligencia de los argentinos. La cita fue el miércoles último, en el Salón de las Américas del Hotel Sheraton Libertador. Allí, luego de una recepción, los invitados y galardonados participaron de la ceremonia, que distinguó a dos periodistas y a tres personalidades del quehacer cultural y científico en el país.
El encargado de brindar las palabras de bienvenida fue el presidente de Perfil, Jorge Fontevecchia, quien hizo una reflexión sobre el momento especial que vive el periodismo en este tiempo. “Estamos en un contexto donde los medios y los periodistas tenemos un protagonismo fuera de lo normal”, dijo, primero haciendo referencia a la Ley de Medios y, luego, a la reciente denuncia de persecución que un grupo de colegas realizó ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, en Washington. “De los siete periodistas que firman la queja ante la OEA, cuatro son columnistas del diario PERFIL”, detalló, en relación con Pepe Eliaschev, Alfredo Leuco, Magdalena Ruiz Guiñazú y Nelson Castro.

Elegidos. La primera estatuilla (Libertad de Expresión nacional) fue otorgada al periodista Juan Miceli, quien luego de una larga trayectoria de más de dos décadas en los medios, estuvo en boca de todos tras ser desvinculado de la Televisión pública por hacer algunos comentarios que algunos integrantes del Gobierno no esperaban que se hicieran desde la pantalla estatal. “Una pregunta puede poner en riesgo nuestro trabajo, pero no hacerla pone en riesgo la profesión”, dijo serio el periodista al recibir el premio. Luego llamó a los colegas a hacer una autocrítica sobre la prensa actual: “Hay voces críticas y otras filosas que lastiman. Creo que tenemos que vernos a nosotros mismos a la hora de contar la realidad”.
A nivel internacional, el siguiente premio fue para el periodista y abogado estadounidense Glenn Greenwald, responsable de contarle al mundo –a través del diario británico The Guardian– las revelaciones de Edward Snowden sobre el programa de vigilancia estadounidense. Perseguido e imposibilitado para viajar, desde algún lugar de Brasil –donde vive– y a través de un video, agradeció el premio. “Es un honor”, dijo destacando, a su vez, el rol de los periodistas “que luchan por la verdad”.
El primero de los premios a la Inteligencia, en el rubro Humanidades y Aportes Culturales, fue para Andrés Ovsejevich, director ejecutivo del Centro Cultural Konex. La estatuilla fue entregada por Carlos Ares, director de TEA, escuela de periodismo ganadora del Premio a la Libertad de Expresión 2012. “Estamos muy contentos y agradecidos. Hace casi una década que estamos con el Konex. Y en ese contexto este premio es muy satisfactorio. Sobre todo, para el trabajo que hacemos día a día ya que se reconoce nuestra labor y ayuda a la motivación”, decía a PERFIL Ovsejevich antes de subir al escenario.
Luego siguió el historiador Pacho O’Donnell –uno de los miembros del jurado de los premios a la Inteligencia–, quien, en este caso, hizo entrega en el rubro Políticas y Servicio Público. La Paloma fue para el sacerdote José María Di Paola, más conocido como “el padre Pepe”. “Los curas de las villas tenemos que estar agradecidos de hombres como Carlos Mugica, que en su momento supieron comenzar con este trabajo de llevar la Iglesia a las villas y compartir el trabajo social. Esto es un incentivo para seguir trabajando. El poder espiritual puede ser transformador”, dijo el cura, quien fue muy aplaudido por los presentes.
La presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, fue la próxima en subir al escenario: a ella le tocó entregar el Premio a la Inteligencia en el rubro Ciencia y Tecnología. Lo recibió el prestigioso genetista Víctor Penchaszadeh, el principal promotor de la creación del Banco Nacional de Datos Genéticos y creador del primer índice de abuelidad que permitió reconocer a hijos de desaparecidos de la última dictadura militar. Al recibir el premio, el pediatra y genetista llamó a la reflexión diciendo que Argentina tiene un triste récord de personas inteligentes que tuvieron que abandonar el país, como le sucedió a él. “Gracias a las Abuelas, muchos de nosotros podemos realizar esta tarea para reivindicar a la genética como una ciencia que puede y debe estar al servicio de los derechos humanos”, dijo Penchaszadeh.
El reconocido director teatral y maestro de actores, Agustín Alezzo, fue el último en recibir el Premio a la Inteligencia, en el rubro Artes, entregado por Hernán Lombardi, ministro de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires. Alezzo, visiblemente emocionado y sorprendido, brindó unas palabras: “Después de haber escuchado al profesor decir un discurso tan inteligente, no puedo dejar de unirme a él –dijo con algunas lágrimas–. Quiero decir algo que pienso y es que el movimiento de Madres y Abuelas de Plaza de Mayo es el más importante que ha ocurrido en el país en las últimas décadas”.
El aplauso cerrado coronó el momento y marcó –antes de la foto final con todos los premiados– el cierre de estos premios que invitan a la reflexión e intentan ser un aliento a quienes hacen su aporte al desarrollo cultural del país

Agradecimientos: Hotel Sheraton Libertador, Héctor Suasnábar (sonido y musicalización), Aquiles Rogero (iluminación y pantallas), Mauro y Estomba (convocatoria), Escorihuela Gascón (vinos y espumantes), Marcelo Toledo (estatuillas) Patricia Daniele y Blanca López (organización)

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