Para darnos una esperanza, para que dejemos de mirarnos el ombligo o para abrir realmente nuestra mente al cosmos, dos científicos alemanes enlistan 24 planetas en donde creen que la vida sería posible.
Aclaremos ante todo, que son miembros del club Steven Spielberg, en el que para ingresar hay que creer en los extraterrestres.
El geobiólogo Dirk Schulze-Makuch, profesor del Centro de Astronomía y Astrofísica de la Universidad Técnica de Berlín, y adjunto de la Escuela de Ciencias y Medioambiente de la Universidad Estatal de Washington, se hizo conocido por cinco publicaciones sobre la vida extraterrestre, una de las cuales es la novela de ciencia ficción “Encuentro con un alien”. Hace 10 años propuso, además, que lo enviaran a explorar Marte, sin fecha de regreso, junto a Paul Davies. En este paper que publicó en la revista de la NASA “Astrobiology, Exploring origins of Life on Earth and Beyond” trabajó con Jacob Heinz, colega de la Universidad Técnica de Berlín.
"A veces es difícil transmitir el principio de planetas superhabitables porque creemos que tenemos el mejor planeta -dijo Schulze-Makuch. Tenemos una gran cantidad de formas de vida complejas y diversas, y muchas que pueden sobrevivir en ambientes extremos. Es bueno tener una vida adaptable, pero eso no significa que tengamos lo mejor de todo".
Esos 24 planetas tienen cinco cosas en común: son “superhabitables”, son más antiguos que la Tierra, de mayor tamaño, más cálidos y tal vez más húmedos que nuestro hogar. Todos ellos además, giran alrededor de estrellas con una vida útil más larga que la de Sol.
Todos están a más de 100 años luz de la Tierra y “tienen las condiciones más prometedoras para la vida compleja. Sin embargo, tenemos que tener cuidado de no quedarnos atascados buscando una segunda Tierra porque podría haber planetas que podrían ser más adecuados para la vida que el nuestro".
En el estudio también colaboraron los astrónomos Rene Heller del Instituto Max Planck para la Investigación del Sistema Solar y Edward Guinan de la Universidad de Villanova. Los científicos buscaron esos cinco criterios de superhabitabilidad entre 4500 exoplanetas conocidos por fuera del sistema solar.
“La habitabilidad no significa que los planetas tengan vida, sino que sus condiciones son propicias para su desarrollo”, aclararon por temor a un alud de solicitud de visas.
Por lo pronto, los científicos están pidiendo entre líneas que los grandes gestores e inversores de la investigación espacial hagan foco en mejorar sus telescopios y herramientas de observación, dándoles un objetivo preciso en la inmensidad negra y estrellada. “El estudio podría ayudar a enfocar los esfuerzos de observación futuros, como los realizados con el telescopio espacial James Web de la NASA, el observatorio espacial LUVIOR y el telescopio espacial PLATO de la Agencia Espacial Europea”, declaró Schulze-Makuch, la cara más visible de la investigación.
Además de observar sistemas con estrellas G –como el Sol - los investigadores también trataron de identificar sistemas con estrellas enanas K, algo más frías, menos masivas y menos luminosas que el Sol. Las estrellas K tienen una vida más extensa que las G: de 20 mil millones a 70 mil millones de años. La tierra, según los estudiosos, tiene 4.500 millones de años de antigüedad. Y aunque en ella estamos y seguiremos estando por un buen rato, opinan los investigadores que un planeta que pueda vivir áun más tiempo (entre 5 mil y 8 mil millones de años), podría generar mejores condiciones de vida en él.
Un planeta más antiguo le daría más chances a la vida para desplegar su complejidad.
Sin embargo, tendría que ser el punto justo de maduración, porque si esos planetas fueran demasiado viejos, ya estarían agotando su calor geotérmico y tampoco tendrían campos geomagnéticos protectores. Es decir, son muchas las variables a tener en cuenta antes de entusiasmarse.