Sorpresa después de la emergencia del vuelo 182 de Alaska Airlines, que perdió una puerta poco después de despegar del aeropuerto de Portland, Estados Unidos. Un vecino de Vancouver, Sean Bates, publicó el domingo en su perfil de la red social X que encontró un iPhone que había caído de la aeronave, desde 5000 metros de altura. La Junta Nacional de Seguridad en el Transporte había pedido la gente de la zona que buscaran piezas que pudieran haber sido succionadas por el agujero que quedó donde estaba la puerta.
Según reveló el astrofísico Duncan Watts del Instituto de Astrofísica Teórica de la Universidad de Oslo, consultado por el Washington Post, una de las claves para que el iPhone no terminara hecho pedazos fue "la resistencia del aire".
"Después de un período de tiempo en caída libre, el celular alcanza una velocidad terminal, lo que significa que no puede acelerar más rápido debido al efecto de la resistencia del aire", explicó el catedrático.
Para un teléfono de esas características la velocidad terminal es de aproximadamente 48 kilómetros por hora si cae boca abajo, o alrededor de 160.93 km/h si cae perpendicular al suelo. Como no hay certezas de la posición, se supone que estaría dando vueltas, por lo que es probable que estuviera cerca de la velocidad mínima.
El hombre que halló el aparato dijo a una canal de televisión local que lo encontró junto a una ruta, debajo de un arbusto El follaje del terreno en donde cayó el teléfono también ayudó a resistir el impacto. A pocos metros, en la ruta cemento, el golpe habría causado la destrucción total del dispositivo. "No obstante, las fundas para teléfonos y los protectores de pantalla también ayudan a proteger el teléfono ante una caída", explicó el especialista.
¿Y qué se veía en la pantalla del teléfono que cayó 5000 metros desde el avión de Alaska Airlines? Lo más llamativo es que el teléfono todavía estaba en modo avión, con un recibo de equipaje para el vuelo, todo bien visible.
Este hallazgo que sorprende al mundo de la telefonía móvil no es el primero que tiene a un iPhone como protagonista. En julio pasado, un buzo encontró un dispositivo en el fondo del lago Boca Ratón y otro hizo lo mismo en el lago Harrison en Canadá. En ambos casos el equipo funcionaba y fue devuelto a sus propietarios.
Qué pasó con el Boeing 737 de Alaska Airlines
El consejero delegado de Boeing, David Calhoun, admitió que la compañía competió un "error" con el avión Boeing 737-9 (MAX) de Alaska Airlines, donde un panel se desprendió en pleno vuelo generando una rápida descompresión de la cabina.
"Vamos a abordar esto, en primer lugar, reconociendo nuestro error", dijo Calhoun en una reunión con sus empleados, que fue convocada después del incidente del avión.
Calhoun, quien asumió el liderazgo de Boeing en enero de 2020, prometió que la compañía enfrentará este incidente "100 % y por completo con transparencia en cada paso".
Las autoridades de EE.UU. decidieron poner fuera de servicio gran parte de la flota de aviones Boeing 737-9 (MAX) después de que, el 5 de enero, una aeronave de Alaska Airlines se viera obligada a realizar un aterrizaje de emergencia poco después de despegar en Portland (Oregón).
Las 117 personas a bordo tuvieron que atravesar los cielos en un avión que tenía un hueco al vacío, ya que se había desprendido un panel que había sido diseñado para alojar una puerta adicional de emergencia.
LT
