Chubut fue el último batacazo en un semestre repleto de fuertes derrotas peronistas

Juntos por el Cambio cortó una racha de 20 años de gobierno peronistas en Chubut este domingo 30 de julio. Lo mismo ocurrió con el batacazo de principio de mes en San Juan. Resta saber la diferencia que habrá en Santa Fe, donde la oposición arrasó en las PASO, y ver si aún conserva el poder de fuego Jorge Capitanich en Chaco para dar vuelta la historia como ya lo hizo en 2019.

Lo cierto es que rumbo a las PASO del 13 de agosto, el peronismo llega golpeado, con resultados inesperados (o no tanto) y bastiones históricos que fueron arrebatados por la oposición.

En ese mapa, Chubut fue la última estación donde Ignacio Torres venció al oficialismo por menos de dos puntos y cortó así con gestiones peronistas desde la irrupción de Mario Das Neves.

Dos semanas atrás fue en las PASO santafesinas donde Maximiliano Pullaro no sólo se quedó con la interna frente a Carolina Losada, dentro de Juntos por el Cambio, sino que además su coalición superó en casi 40 puntos al peronismo, que competirá en la general a un debilitado Marcelo Lewandowski.

El peronismo obtuvo en esas primarias el peor resultado desde el regreso de la democracia en la provincia. Pero no es la única derrota en lo que va del año.

Elecciones en Chubut: Juntos por el Cambio superó al peronismo por menos de dos puntos de diferencia

Formosa y Córdoba, dos triunfos del PJ

Semanas antes fue el turno de Formosa, donde no hubo sorpresas y Gildo Insfrán volvió a ganar la elección con casi el 70% de los votos. Así consiguió su octavo mandato consecutivo en un distrito que el PJ gobierna desde el regreso de la democracia.

Ese mismo día, el 25 de junio, el peronismo de Juan Schiaretti en Córdoba, alejado del Frente de Todos, conservó el poder a través de Martín Llaryora, que obtuvo seis puntos por encima de Luis Juez. Ese fue, quizás, el mayor golpe que recibió la oposición, que esperaba cortar con la hegemonía peronista que instaló hace más de 20 años José Manuel de la Sota. Esa dominación se confirmó la semana pasada con el triunfo de Daniel Passerini en la intendencia de la capital provincial.

Chaco y San Luis: derrotas en bastiones inexpugnables

Uno de los mayores batacazos de las Elecciones 2023 se dio en las PASO de Chaco, donde el frente de Juntos por el Cambio obtuvo el 42% de los votos contra el 37% de un Jorge Capitanich golpeado por el caso Cecilia Strzyzowski. Las generales serán el 10 de septiembre, casi un mes después de la primaria nacional.

Otra primaria clave con derrota para el peronismo tuvo lugar a mediados de junio en Mendoza. El peronismo quedó muy relegado, por debajo de la interna de Juntos y detrás de Omar de Marchi. En el oficialismo provincial, Alfredo Cornejo le ganó la interna a Luis Petri, quien luego sería elegido como candidato a vicepresidente de Patricia Bullrich. ¿Fue sorpresa? No, pero hubo reproches por quedar terceros y afuera de toda discusión de poder.

A 14 días de las PASO: de qué hablan y qué prometen los precandidatos presidenciales en la campaña digital

Fue la provincia de San Luis, el 11 de junio, quien dio una de las noticias más impactantes. Allí Claudio Poggi, con el sostén de Juntos y Adolfo Rodríguez Saá, desbancó a Jorge Fernández, candidato del gobernador Alberto Rodríguez Saá.

Casi un mes antes, el 14 de mayo y luego de un fallo donde la Corte Suprema no permitió a Sergio Uñac presentarse a una nueva reelección, Juntos por el Cambio derrotó con cierta holgura al oficialismo en San Juan. Marcelo Orrego se quedó con el 50% de los votos contra el 43% peronista.

No hubo sorpresas y esperaba el peronismo un resultado negativo en Jujuy, donde el candidato de Gerardo Morales (JXC), Carlos Sadir, se alzó con el 49% de los votos para convertirse en el sucesor del candidato a vice de Horacio Rodríguez Larreta.

Antes, habían abierto el calendario electoral Río Negro y Neuquén. En la primera no hubo sorpresas y volvió al poder Alberto Weretilneck con armado provincial. En el segundo hubo sorpresa porque "Rolo" Figueroa, ex MPN, se abrió, jugó por afuera y le arrebató el poder al oficialismo.

RI/ff