Philip Morris International Inc., fabricante de cigarrillos Marlboro, redujo su previsión de ganancias para todo el año debido al impacto de la crisis cambiaria en Argentina y Turquía. Hizo hincapié en que la variación en la proyección se debió exclusivamente a factores relacionados con el tipo de cambio. Y, de hecho, esto es una especie de presagio acerca de todos los grupos de bienes de consumo globales, que informan sus resultados del tercer trimestre en las próximas semanas. También podrían estar sintiendo el impacto de los mercados emergentes. Solo Turquía representa alrededor del 1 por ciento de la mayoría de las ventas de productos básicos de consumo, según Duncan Fox de Bloomberg Intelligence.
Pero tampoco se puede decir que Philip Morris, ni sus grandes rivales British American Tobacco Plc e Imperial Brands Plc, estuvieran en buena forma antes de la turbulencia de los mercados emergentes. Las acciones de Philip Morris han estado bajo una fuerte presión desde abril, cuando la firma reveló una desaceleración en el crecimiento de las ventas de sus dispositivos IQos (que calientan en lugar de quemar tabaco).
La amenaza de la startup de cigarrillos electrónicos JUUL Labs Inc. no ha ayudado. La empresa ya ha capturado más de dos tercios del mercado de sus productos en Estados Unidos. La historia de infortunio será familiar para BAT, propietario de las marcas Lucky Strike y Dunhill. La firma británica acaba de anunciar el retiro de su máximo ejecutivo, Nicandro Durante, después de una prolongada caída en el precio de sus acciones. Tanto para BAT como para Philip Morris, el problema existencial es cómo gestionan el declive en el negocio principal de cigarrillos mientras encuentran maneras de hacer frente a ingeniosos emprendimientos en el mundo del cigarrillo electrónico y la vaporización, sin mencionar la creciente aceptación del cannabis.
Hasta el año pasado, las acciones de empresas de tabaco habían tenido un gran rendimiento debido a sus generosos pagos de dividendos y la percepción de que eran una inversión clásica de refugio seguro. Además, la disminución global de las ventas de cigarrillos se estaba moderando levemente. Pero el mundo de pronto ha cambiado mucho. Este año, la disminución en el volumen se ha acelerado. Analistas de UBS estiman una reducción del 4 por ciento en las ventas mundiales de cigarrillos en 2018, el doble del declive promedio anual de la última década. A ello se suma la amenaza de JUUL y sus similares, así como la posibilidad de una mayor regulación incluso de productos de tabaco de menor riesgo, así es posible ver por qué las valoraciones de las grandes empresas se han visto afectadas.
Para Philip Morris lo más urgente es enfrentar la desaceleración de iQos en Japón, luego de un aumento inicial en su popularidad. La compañía intentó tranquilizar a los inversores el jueves, al afirmar que los volúmenes de ventas de IQos estaban dos años adelante en su pronóstico. También dijo que estaba trabajando en algunos prometedores nuevos productos de cigarrillos electrónicos e incluso está formando alianzas con socios en la industria de la salud.
BAT también está tratando de ganar terreno en alternativas de cigarrillos, con el objetivo de obtener más de 1.000 millones de libras en productos de vaporización y para calentar tabaco durante este año. Si bien dice que ha solucionado las limitaciones de capacidad que afectaron la producción de su dispositivo de tabaco sin combustión Glo, aún necesita expandir el producto a nuevos mercados. Su principal marca de dispositivos de vapeo, Vype, también se enfrenta a la competencia de JUUL.
Entonces, incluso si el golpe de los mercados emergentes resulta ser de corto aliento, hay problemas más profundos que deben abordarse. En Turquía, los inversionistas se han alejado de las acciones de tabaco este año. Esa abstinencia podría convertirse fácilmente en permanente.
*Esta columna no necesariamente refleja la opinión de la junta editorial o de Bloomberg LP y sus dueños.