Mientras que han llegado felicitaciones de todo el mundo para el demócrata Joe Biden por su victoria sobre el presidente republicano, Donald Trump, algunos líderes mundiales han estado notablemente callados.
El presidente ruso, Vladimir Putin, y el líder chino, Xi Jinping, se encuentran entre los jefes de Estado que aún no han enviado cálidos deseos a Biden, más de un día después de que se le declarara victorioso y prometiera un regreso a una política exterior más basada en valores. Ese silencio dice tanto sobre los desafíos diplomáticos que enfrenta Biden como sobre el enfoque poco convencional de Trump.
Éstos son algunos de los líderes que no han hablado hasta ahora:
Brasil
El líder populista de Brasil, Jair Bolsonaro, ha sido denominado como el “Trump de los Trópicos” y anteriormente había dicho que esperaba que el presidente de Estados Unidos fuera reelegido. El 7 de noviembre en un evento, Bolsonaro hizo algunos breves comentarios sobre Estados Unidos y la política exterior, pero no comentó específicamente sobre la victoria de Biden. “Prestamos atención a la política exterior, tenemos nuestras preferencias, y lo que pasa en el exterior nos importa a cada uno de nosotros aquí”, dijo. “No soy la persona más importante de Brasil, así como Trump no es la persona más importante del mundo, como él mismo ha dicho”.
China
Xi, quien emitió un comunicado felicitando a Trump el día de su discurso de victoria en 2016, probablemente busque evitar la ira de un líder estadounidense que todavía está impugnando el resultado. Si bien los medios de comunicación estatales en inglés adoptaron un tono esperanzador, se espera que la rivalidad estratégica entre las dos naciones continúe bajo una Administración de Biden. Los asesores del Gobierno chino esperan que la administración Biden rechace la creciente fortaleza de China y se una a sus aliados para enfrentar a Pekín por el trato a los uigures en Xinjiang y su represión contra Hong Kong. Es probable que Estados Unidos continúe buscando vínculos más estrechos con Taiwán, considerado el tema bilateral más delicado entre las dos economías más grandes del mundo. El silencio de Xi contrasta con la actitud del presidente taiwanés, Tsai Ing-Wen, quien rápidamente felicitó a Biden por medio de un tuit que indicaba que los “valores sobre los que hemos construido nuestra relación no podrían ser más fuertes”.
Now it is my turn to extend congratulations to @JoeBiden & @KamalaHarris on being elected President & VP-elect. The values on which we have built our relationship could not be stronger. I look fwd to working together to further our friendship, & contributions to int’l society. https://t.co/xIvit7emjH
— 蔡英文 Tsai Ing-wen (@iingwen) November 8, 2020
México
El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, dijo a los periodistas el sábado que no quiere ser “imprudente” al felicitar a Biden. “Quiero esperar hasta que termine el proceso electoral”, dijo, aun cuando el peso subió con la apuesta de los operadores a que Biden sería mejor para las exportaciones mexicanas. A pesar de que Trump hizo campaña para construir un muro a lo largo de la frontera entre México y Estados Unidos y culpó al Gobierno de Ciudad de México por el flujo de migrantes centroamericanos hacia la frontera con Estados Unidos, Trump ha calificado su relación con López Obrador, o AMLO, como “increíble”, y los dos parecen disfrutar de lazos amistosos cimentados por los esfuerzos del presidente mexicano para detener la migración centroamericana y la voluntad de renegociar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte. AMLO fue uno de los pocos líderes que viajó a DC en medio de la pandemia para encontrarse con Trump en persona, volando en un avión comercial para hacerlo.
Corea del Norte
Pocos líderes mundiales se han beneficiado más de Trump que el líder norcoreano, Kim Jong Un, quien tuvo tres cumbres con el presidente de Estados Unidos desde junio de 2018 que alteraron el rumbo de la relación, desde un intercambio de insultos hasta una extraña amistad caracterizada por apretones de manos y cálidas cartas. Sin embargo, es probable que Corea del Norte, que durante décadas ha presentado algunos de los desafíos de seguridad más difíciles para el ocupante de la Casa Blanca, guarde silencio sobre los resultados de las elecciones presidenciales de Estados Unidos. Una búsqueda en los medios estatales desde 1996 muestra que no se menciona al ganador de la votación en los días posteriores a las elecciones. Eso no significa que Pionyang esté ignorando lo que está sucediendo. El régimen de Corea del Norte tiene una historia que se remonta a décadas de provocaciones cercanas a la fecha de las elecciones estadounidenses para captar la máxima atención posible, según un análisis del centro de estudios estratégicos e internacionales Beyond Parallel.
Rusia
Ningún líder extranjero tuvo tanta importancia durante el tiempo que Trump estuvo en el cargo como Putin. Trump fue persistentemente perseguido por acusaciones de que su exitosa campaña para la presidencia de 2016 se benefició de la ayuda de la inteligencia rusa y una campaña de desinformación patrocinada por el Estado. La negativa de Trump a condenar a Putin enfureció a sus críticos internos, incluso cuando la ambición geopolítica de Rusia era contraria a la estrategia de Estados Unidos desde Ucrania en Europa del Este hasta Siria y Medio Oriente. Ahora, Rusia podría enfrentar un regreso a un enfoque estadounidense más confrontacional bajo el Gobierno de Biden. El líder de la oposición, Alexey Navalny, quien se encuentra en Alemania recuperándose de un intento de asesinato con veneno, habló sobre las elecciones estadounidenses antes de Putin y dijo que las elecciones eran “un privilegio que no está disponible para todos los países”. El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, dijo el lunes que Putin “esperará la tabulación oficial de los resultados” antes de felicitar al ganador, y agregó que aún no se había emitido un resultado final.
Turquía
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, se ha beneficiado enormemente del enfoque poco convencional de Trump hacia el Medio Oriente, así como de la guerra en Siria. Y así, mientras Turquía felicitó el domingo a la nación de Guinea en África Occidental por su elección, Erdogan aún no ha enviado sus saludos a Biden, mientras Trump continúa quejándose, sin pruebas, de que le robaron la elección. Erdogan ha evadido hasta ahora las sanciones por la compra por parte de Turquía del sistema de misiles de defensa aérea S-400 de Rusia. Convenció a Trump de sacar a las tropas estadounidenses de las áreas kurdas en el norte de Siria, una medida que sorprendió a muchos observadores militares y permitió a Turquía enviar sus propias fuerzas a la zona. Biden, quien anteriormente pidió a Estados Unidos que apoyara a los partidos de oposición turcos, podría terminar imponiendo sanciones a Erdogan.