Tiger Woods iba a 140 kilómetros por hora, casi el doble del límite de velocidad, antes de su accidente automovilístico en Los Ángeles en febrero. El Departamento del Alguacil del condado de Los Ángeles dijo el miércoles que la velocidad, más una curva pronunciada en el área de la península de Palos Verdes donde conducía, causó el accidente. No había indicios de que Woods hubiera estado bebiendo o bajo el efecto de medicamentos, dijo el departamento.
El límite de velocidad en el área era de 72 kilómetros por hora, y Woods no logró controlar la curva, lo que provocó que su SUV Genesis GV80 se estrellara. El golfista conducía a una velocidad que no era segura para las condiciones del camino, pero la policía no encontró evidencia de conducción imprudente ni lo vio acelerar.
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El departamento determinó la causa del accidente después de recuperar la llamada caja negra del vehículo, un registrador de datos. El exceso de velocidad se consideraría una infracción, y se tomó la decisión de no citar al golfista. “No vamos a emitir una citación por infracción”, dijo el alguacil Alex Villanueva.
Woods, de 45 años, sufrió lesiones graves en las piernas en el accidente y su automóvil golpeó una señal de tránsito y un árbol antes de detenerse en la maleza. No se extrajo sangre para determinar si estaba bajo algún efecto. Las lesiones de Woods amenazan con poner fin a una carrera legendaria en el golf.