El diario mejor impreso

A José Ingenieros le gustaba comparar a las personas fuertes con un barrilete que “se eleva cuanto mayor es el viento que se opone en su ascenso”. En este contexto crítico para los medios y la galaxia Gutemberg, la Federación Argentina de la Industria Gráfica y Afines (FAIGA) tiene algo importante que celebrar: obtuvo para nuestro país el premio a la mejor impresión de diarios en una competencia entre 18 países, y PERFIL fue elegido como el diario mejor impreso de Latinoamérica durante la ceremonia anual de la Conlatingraf, donde se entregó el premio Theobaldo de Nigris por decimosexto año consecutivo.

El jurado calificó graduación tonal, resolución, registro, uniformidad, tersura, limpieza, nitidez, saturación, acabado y terminación, además de calidad de arte y diseño. Otros premios idénticos fueron otorgados a las categorías mejor libro, revista, etiqueta, envase, papelería y catálogo, entre otros. El propio presidente de la FAIGA, Anselmo Morvillo, recibió el premio en nombre de la Argentina el 1º de octubre en Lima, Perú.

PERFIL es el único diario argentino cuya planta de impresión tiene certificado de normas ISO y es la impresora de diarios para terceros más importante de la región: imprime los diarios El País de España para toda Sudamérica, El Cronista y BAE. También fue la primera planta que imprimió diarios ciento por ciento a color en la Argentina y la primera en utilizar computer to play (CTP) en Latinoamérica.

Esto no es una sorpresa para los lectores y anunciantes de PERFIL, que perciben su vanguardismo gráfico. En parte, es el resultado de una cultura revistera acunada en la creación de las decenas de publicaciones de esta editorial a lo largo de las últimas tres décadas.

También PERFIL representará a nuestra región en la competencia con los ganadores de los premios de los otros cinco continentes para la elección del diario mejor impreso del mundo, que realiza la Printing Industries of America (PIA), que concede el premio Benny, en homenaje a Benjamin Franklin.

Franklin es mundialmente conocido por haber inventado el pararrayos (y en menor medida los lentes bifocales) y ser la cara del billete de cien dólares. Pero Benny es el padre de la imprenta norteamericana: a los doce años empezó a trabajar como aprendiz en una imprenta, a los 17 viajó a Inglaterra para completar y acabar su formación como impresor en la imprenta Palmer, a los veinte regresa a Estados Unidos y funda su propia imprenta, y dos años después compra el diario La Gaceta de Pensilvania y se dedica al periodismo. También fundó la primera biblioteca pública de Pensilvania (además del primer cuerpo de bomberos, la primera universidad y el primer hospital de esa ciudad). Escribió decenas de libros y ensayos, presidió la Sociedad Filosófica de Estados Unidos, participó de la redacción de la Declaración de Independencia y fue elegido gobernador.

Franklin fue uno de los ejemplos que colocó Marx Weber en su célebre libro La ética protestante y el espíritu del capitalismo. Franklin decía que las realizaciones “no se logran con grandes golpes de suerte, que pueden ocurrir pocas veces, sino con pequeñas cosas que ocurren todos los días”. Este premio a PERFIL es un buen ejemplo.