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barrabravas

Ensayos de alianza

Ajedrez 20231027
Estrategia | Unsplash | JESHOOTS.COM

Uno resaltaba, trepado en el paravalanchas, en la tribuna que, cuando había hinchas locales y visitantes en el fútbol argentino, daba en llamarse tribuna local. Y el otro, por excepción, a manera de destierro, resaltaba en la tribuna opuesta, exactamente del otro lado, la tribuna que, cuando había hinchas locales y visitantes en el fútbol argentino, daba en llamarse visitante. Como para dar razón al estructuralismo, no se definían por alguna condición subjetiva intrínseca, sino por un antagonismo posicional, un tipo de relación opositiva en cierto esquema prestablecido.

De una punta a la otra, sin necesidad de aguzar la vista, intercambiaron gestos hostiles. Elocuencia de las manos: un dedo índice que se estira y pasa lento por el propio cuello. ¿Qué significa? Significa: “Te voy a matar” La forma elegida (para el gesto, no para el acto) admite una clara resonancia rosista, no tan lejos del lugar en el que Esteban Echeverría situó la acción de El matadero. La mano del otro, por su parte se abre, se estira, se pone rígida, va y viene en línea oblicua. ¿Qué significa? Significa: “Vas a cobrar”. O también: “Te la voy a dar”. Es curioso cómo fluyen las palabras. La biaba, que indicaba paliza, se deslizó desde hace un tiempo hacia el teñido capilar masculino.

Se odiaban a muerte, y la muerte, en casos así, no siempre se invoca de manera metafórica

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Se odiaban. Se odiaban a muerte, y la muerte, en casos así, no siempre se invoca de manera metafórica. Eran hinchas del mismo equipo, sí, pero eso no necesariamente impide que surjan confrontaciones vehementes (Caín mató a Abel, y eran hermanos los dos; Lavalle mandó a fusilar a Dorrego, y eran argentinos los dos; etc., etc., etc.). Se detestaban, se repelían, cada uno pensaba y decía las peores cosas del otro, asumiendo por convicción que era mejor deshacerse de él.

Hasta que un día se juntaron. ¿Revisaron conceptualizaciones previas, cedieron ante buenos argumentos que los hicieron recapacitar, un brote de repentino humanismo los hizo entrar en razones, corrigieron a conciencia sus raptos de agresividad y su puro fervor de violencia? No, no parece. Se juntaron. Solamente se juntaron.

Eran, claro, barrabravas. No eran dirigentes políticos. No se proponían, ante los ciudadanos, para asumir la conducción del país.