COLUMNISTAS
Defensora de Género

Habemus Plan Nacional contra la Violencia de Género

20200712_fontevecchia_elizabeth_gomez_alcorta_mabel_bianco_diana_maffia_cedoc_g
Reportaje. Fontevecchia con la ministra Elizabeth Gomez Alcorta, Mabel Bianco y Diana Maffia. | cedoc

En medio de la cuarentena y a solo seis meses de asumir y estrenar el Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidades se presentó el plan, un verdadero récord. La presentación fue presidida por el Presidente de la Nación. Lo comentó Dora Barrancos, quien señaló es federal e intersectorial. El plan incluye acciones de prevención y de atención, la prevención es clave para evitar la perpetuación de la violencia. El Presidente dijo: “No queremos ver más cómo las mujeres sufren y mueren a mano de los violentos” y agregó: “No podemos mirar impávidos que las mujeres tengan peores condiciones de trabajo que los hombres”, esto excede a la violencia tradicional, pero alude a la institucional y por eso tiene un gran valor.

Es difícil, en estas breves líneas, comentar el plan en su totalidad. En la síntesis de las 15 medidas centrales, hay por ejemplo: el desarrollo de la línea de base para tener datos iniciales para comparar y medir el resultado de las intervenciones. Esto aún no existe, si bien antes se hicieron avances, no se logró tener esta línea de base, imprescindible para no organizar acciones a ciegas y luego no poder evaluarlas. Otra medida es atender económicamente durante seis meses a las personas en situación de violencia, algo fundamental que se acompaña de asistencia integral, como señaló la ministra: “El apoyo económico va de la mano del acompañamiento y atención”. Este programa es muy importante, e implica uno de los mayores desafíos, que no solo requiere fondos, sino voluntad política y compromiso federal, porque este plan no se logra solo desde la acción de los ministerios nacionales, se necesita articular con las provincias y municipios. Es un problema complejo que requiere respuestas integrales. Desde ya no está definido cómo se incorporarán las personas y cómo se concretará la asignación de un sueldo básico durante seis meses a cada una de ellas, es importante que esto sea claro, transparente y sin sesgos. Antes era dado a través de programas del Ministerio de Desarrollo Social. La existencia de un presupuesto y considerable como el que se plantea, es una garantía para asegurar el desarrollo del plan, sin presupuesto, esto sería solo un enunciado vacío, es necesario asegurar el acceso a la asignación y la transparencia de su ejecución.

El plan es ambicioso, no solo el presupuesto, sino los alcances. El componente preventivo propone modificar pautas culturales y desigualdades estructurales, a través de campañas y acciones sobre análisis de las masculinidades y vínculos sexoafecivos. Las campañas son un compromiso que plantea la ley, hubo alguna esporádica, pero como son necesarias para desnaturalizar la violencia de género para disminuirla y erradicarla, es fundamental hacerlas y que tengan continuidad. El análisis de distintas masculinidades y vínculos sexoafectivos serán un complemento que alimentará los contenidos y objetivos de las campañas.

Celebro que PERFIL haya elegido realizar la entrevista del domingo a la ministra Elizabeth Gómez Alcorta, esto demuestra el compromiso con la igualdad de género, que es necesario reconocer. Priorizar el tema género es algo más que seguir la moda, es para que permee toda la gestión del medio. Y digo esto en momentos que en ONU los representantes de los países al discutir la declaración del Foro Político de Alto Nivel eliminaron la mención al compromiso con la igualdad de género, para solo plantear la “perspectiva de género”. Esto evidencia la influencia de líderes mundiales que niegan derechos igualitarios y que junto a la delegación del Vaticano, cuya falta de incorporar la igualdad de género en su estructura es bien conocida, están queriendo negar la necesidad de la igualdad para tener sociedades más justas e igualitarias.

El sábado la nota en 50/50 de Fernández Escudero sobre el informe de ONU “Covid-19 en Argentina: impacto socioeconómico y ambiental”, evidencia la sobrecarga que impone la cuarentena a las mujeres por las tareas de cuidados no remunerados. El estudio evidencia el peso de las tareas de limpieza 33%, de cuidados 28%, de ayuda en tareas escolares 22%; y preparación de alimentos 20%. Florence Raes, representante de ONU Mujeres en Argentina, dijo se vio cómo la sociedad no podría seguir funcionando sin éstas tareas, y agregó el peso de la violencia contra mujeres y niñas también es otro problema en la cuarentena.  

En 50/50 el domingo la nota de Valli es alentadora: en la Cámara de Diputados se está discutiendo en la Comisión de Mujeres y diversidades, un proyecto de inclusión del cupo laboral trans en el sector público. Ojalá este proyecto logre rápido el acuerdo para pasar a ser tratado en el recinto y luego al Senado. Es una forma de pagar las deudas con este grupo tan discriminado y excluido.