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anticipaciones

Sin anestesia

James Esdaile 20230901
James Esdaile | CEDOC

Buena parte del arco político proclama como virtud la supresión de subsidios y el achicamiento del gasto público y la eliminación de empleos y ministerios mediante la aplicación lisa y llana, aunque metafórica, de una mágica motosierra del juicio final que, de aplicarse, sin duda redundará en griterío masoquista de aquellos que parecieron reclamarla y que luego se sorprenderán por lo doloroso de los resultados, apenas su manipulador comience a desguazarlos.

En advertencia de males futuros, exhumo para los lectores la figura profética de un selecto integrante de mi Catálogo Universal de Opacidades, aportada por el colaborador  Martin Osint: se trata ni más ni menos que de James Esdaile (1808-1859), el inventor o descubridor y propalador en Occidente de la anestesia hipnótica, también llamada “cautivación”, que empleó en clínicas y hospitales para atenuar o eliminar el dolor de los pacientes durante las intervenciones quirúrgicas.

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Nacido en la húmeda Escocia, estudió medicina y se recibió de cirujano en Edimburgo. Pero como su bronquitis no se las hacía fácil eligió las sequedades de una de las tantas colonias británicas, la India, y allí desarrolló su carrera y prosperó. En un evento de la alta sociedad local, asistió a un acto protagonizado por un mago de Calcuta, que se acostaba sobre una cama de púas y las púas no lo laceraban, y se pasaba una espada por las mejillas y no gemía ni se lo veía sangrar.

El modo en que Esdaile aplicó ese método de mesmerismo o de anestesia sugerida antes de la era del cloroformo, será –o no– objeto de otra columna. Del deseo de su falta de aplicación, ya existe constancia en nuestra política. Sirva de anticipación.