La última semana el Estado informó que comenzará a aplicar un política cuyo objetivo es desincentivar, por medio de gravámenes, la exhibición de filmes extranjeros. Esta novedad se suma a otra política ya clásica del Estado argentino para con nuestra filmografía: subsidiar la producción nacional. De acuerdo con las planillas del Incaa, el monto total de subsidios otorgados entre enero de 2008 y junio del presente año es de $ 279.072.339, cifra que se distribuyó entre 442 películas.
Otra forma de expresar la misma cifra podría ser que se trató de más de US$ 66 millones de dólares. Otra forma de expresarlo podría ser, también, que es el equivalente a 194.611 jubilaciones mínimas, o 1.268.511 asignaciones universales por hijo. En promedio, el Incaa invirtió, a lo largo de los 42 meses del período relevado por PERFIL, a razón de $ 6.644.579 cada treinta días. Más de un millón y medio de dólares por mes para el cine argentino. O, más precisamente, para quienes lo realizan.
(*) Subeditor del diario PERFIL.