“El Loco”, el delantero más importante de Boca, siempre está. Y frente al San Pablo Martín Palermo no dudó, hizo lo que mejor sabe hacer: meter la pelota al fondo de la red. Luego de un par de rebotes, al ex pincharrata le quedó la pelota servida frente al arquero de San Pablo, Rogelio Ceni, que no tuvo nada que hacer frente al fusilamiento del goleador. Boca pasaba a ganar el partido que lo erigía como el nuevo REY DE COPAS..
Nacido futbolísticamente en Estudiantes de La Plata, Martín “El Loco” Palermo llegó a Boca por primera vez en el año 1997, luego de largas tratativas, donde el presidente de la institución xeneise, Mauricio Macri, llegó a contestarle a los directos de El León, que nunca pagaría 4 millones de pesos (dólares en aquel entonces), por el pase del 9.
Finalmente Palermo llegó, pero el romance no fue inmediato. Mientras jugó con el máximo ídolo del club, Diego Maradona, los títulos no llegaban. Sin embargo, con el arribo de Carlos Bianchi a la dirección técnica del club, Martín se convirtió en el goleador del torneo que consagró a Boca campeón después de 6 años de sequía.
Pero no todo fue color de rosas para Martín; luego de convertirse en goleador intercontinental en el triunfo al Real Madrid (Boca había vuelto a ganar la Copa Libertadores después de más de 20 años), comenzó su deseo de jugar en Europa.
Pero mientras más crecían las ganas de “El Loco” de jugar en el viejo continente, más subía la cotización de 9. La comisión directiva de Boca lo quería vender por una cifra que Palermo consideraba excesiva. Y la primera mala noticia llegó.
Una lesión que no aparentaba ser tan grave (terminó de jugar el partido, incluso, convirtiendo 2 goles), resultó ser una ruptura de ligamentos: 6 meses de recuperación, se caía cualquier posible venta.
Cuando parecía que la magia goleadora se acababa, la varita volvió a aparecer. La recuperación fue mucho más rápida de los esperado y, en un regreso glorioso, el rompe redes volvió con un gol frente a los primos millonarios: Boca 3, River 0, por los 4tos de final de la Copa Libertadores.
Llegó el pase a Europa. Palermo no tuvo un experiencia feliz. Poca confianza de los entrenadores, nuevas lesiones.. Martín quiso regresar.
Y regresó. Cuando todos ponían en duda su olfato de gol, el nueve respondió de la mejor manera, alzándose con las Copas Sudamericanas 2004-2005, el apertura 2005, el clausura 2006, la Recopa Sudamericana 2005 y la Recopa Sudamericana 2006, en la cual, convirtió el gol que hizo de Boca el nuevo Rey de Copas.