ECONOMIA
el dólar posdeuda

Economistas vaticinan una devaluación tras la renegociación con los bonistas

Consideraron que esa medida acompañará una flexibilización de las restricciones cambiarias para los importadores. También auguran que habrá cepo para rato.

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Miguel Pesce. El titular del Banco Central insinuó que piensa en una “apertura light” posacuerdo. | cedoc

El presidente del Banco Central (BCRA), Miguel Pesce, confió hace unos días que podría dar marcha atrás con las nuevas restricciones cambiarias que desataron el reclamo de empresarios, ruralistas e importadores, cuando se resuelva la renegociación de la deuda, y la misma promesa hizo el presidente Alberto Fernández esta semana a los principales hombres de negocios durante una reunión en Olivos. Por su parte, el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, descartó ayer avanzar en un desdoblamiento cambiario. “Las medidas que toma el BCRA son para contener un segmento especulador que no tiene que ver con el sector productivo”, afirmó en declaraciones a Radio AM 750.

Los analistas consultados por PERFIL consideraron que la flexibilización vendrá acompañada de un ajuste en el tipo de cambio oficial.

Guido Lorenzo, economista jefe de LCG, advirtió que “el riesgo de abrir a los importadores sin corregir el tipo de cambio es que haya una sobredemanda de dólares vía importaciones. Se puede hacer si en el medio ajustan el tipo de cambio oficial, cuando el precio se acomode”. Además,  calculó que “un dólar competitivo para Argentina sería recuperar los niveles de 2003-2006, que hoy sería entre $ 95 y $ 100”.

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En sintonía, el economista Fernando Marull, de FMyA, planteó que “el tipo de cambio hoy está muy atrasado como para poder liberar restricciones, con otro tipo de cambio puede ser, pero con el actual no lo veo”. Marull argumentó que “ajustar el tipo de cambio generaría un aumento de la oferta” de divisas.

Para Matías Rajnerman, de Ecolatina, “flexibilizar las restricciones cambiarias va de la mano con hacer un ajuste del tipo de cambio”. “Es medio inevitable”, agregó en diálogo con ete diario.

Apertura. Los economistas consensuaron que es “prioritario” que la liberación del cepo arranque por desandar las últimas trabas a los importadores. Martín Vauthier, de Eco Go, planteó que “es importante que se flexibilice lo antes posible dados los costos que ya está teniendo, trabando la operatoria de las empresas con un impacto sobre la productividad, y porque hay riesgo de que se traslade a más inflación”. De igual mirada, Marull dijo que “empezar por esas restricciones es lo más relevante porque genera complicaciones a la actividad”.   

Además, los economistas coinciden en que no hay margen para un levantamiento brusco del cepo porque el nivel de reservas netas del Banco Central (BCRA) –que son las de libre disponiblidad– oscila entre US$ 7 mil millones y US$ 9 mil millones, lo que calificaron como un “nivel crítico”. Lorenzo calculó que “es un nivel de reservas que equivale a alrededor del 3% del PBI, una buena posición es del 15%”. Marull juzgó que las reservas netas están en un  “nivel crítico, pese a que se reperfiló deuda, y al cepo duro”.

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Relax. En este marco, los analistas creen que, aunque se solucione el tema de la reestructuración de la deuda ,“falta mucho” para que se pueda relajar el cepo impuesto a los ahorristas minoristas, que actualmente permite comprar un cupo mensual de US$ 200.

Para Lorenzo, “ese va a ser el último canal que liberen: viendo la poca confianza que hay en el peso, el riesgo es que haya una avalancha de demanda de dólares y alimente una mayor inflación”. Además, el economista opinó que “este año, seguro que no”. Vauthier acordó que “relajar el cupo para atesoramiento será más adelante, porque llevará más tiempo restaurar la confianza y requiere varios pasos en el medio”. Dijo que se podría pensar en eso “una vez que se haya estabilizado la situación financiera, que haya un escenario de tasas de interés reales positivas, con un BCRA administrando en forma prudente la liquidez y un Tesoro que dé señales de una convergencia a un equilibrio o superávit fiscal”. Santiago Gambaro, de Analytica, evaluó que “se puede recuperar la demanda de pesos perdida a partir de un arreglo con los acreedores, pero no quiere decir que haya margen para eliminar definitivamente las regulaciones cambiarias, van a permanecer durante muchos años más, sí pueden relajarse los criterios de la normativa 7030 (la que afecta a importadores), pero para el resto queda un trecho muy largo”.

Marull manifestó que tampoco cree que baje en el corto plazo el recargo del 30% de impuesto para el llamado “dólar solidario o turista”. Para el economista, si después de negociar la deuda, el Gobierno pone en marcha “un plan económico más consistente que ayude a mostrar un sendero de mediano plazo, quizá pueda flexibilizar más el cepo”. Para Vauthier se requiere, además de una renegociación exitosa de la deuda, “avanzar en un programa fiscal y monetario creíble, prudente, que dé señales de que el aumento del déficit fiscal será transitorio, hay margen para una mayor flexibilización del cepo”.

¿Un tipo de cambio para cada sector?

En el actual escenario de regulaciones, algunos economistas creen que una medida que podría terminar implementando el Banco Central es formalizar un desdoblamiento cambiario, pese a que el Gobierno rechazó esa posibilidad. Guido Lorenzo opinó que “sería una medida que tendría más sentido que otras veces cuando estuvo en discusión esa eventual medida”. Dijo que “sería fijar un dólar financiero, y otro para las operaciones comerciales, seguramente con un esquema diferenciado para exportador e importador”. Para Fernando Marull, “el desdoblamiento podría ser un camino intermedio si el Gobierno logra solo un acuerdo parcial con la deuda, no cierra con todos los acreedores”. Según su visión, “el escenario bueno es donde arreglan la deuda con el cien por ciento de los acreedores, acomodan el tipo de cambio y pueden liberar las restricciones cambiarias; uno malo es si no hay acuerdo por la deuda. En el escenario intermedio con un arreglo parcial de la deuda, podría haber un desdoblamiento donde suban el dólar comercial, y el BCRA comprando a un precio más bajo y vendiendo a un valor más alto; ahí podría llegar a haber un aumento en la oferta de divisas”. Matías Rajnerman, de Ecolatina, dijo que “tampoco descarto la medida” y acotó que “son decisiones a las que siempre se llega por errores anteriores, no por aciertos, se llega porque hay un problema”.

Por su parte, Martín Vauthier advirtió que un desdoblamiento “tiene la desventaja de que después es difícil salir, con lo cual sería una señal de que las restricciones llegaron para quedarse una vez”.