Con los bonistas a la espera de la letra chica de la oferta de Martín Guzmán para el canje de deuda, la atención se concentra en el miércoles que viene, el 22 de abril como fecha clave. Ese día vencen US$ 500 millones por los intereses del Global 21, 26 y 46, uno de los títulos que entran en la reestructuración.
Hay consenso entre los economistas en que es probable que ese día no pague. Todavía habrá espacio para seguir negociando con los acreedores, ya que seguirán vigentes los 20 días que anticipó el ministro que tendrán los bonistas para aceptar la oferta.
Si no se paga, no habrá default oficial en ese momento porque corren los 30 días de gracia pero si se enfrentará lo que las calificadoras marcan como un “evento” de crédito. Pero el pago para evitar el ‘coronafault’ deberá llegar antes del 22 de mayo. Para los especialistas de los bancos de inversión, “parece una oferta para empezar a negociar”. Todavía se esperan los detalles que se conocerán con la publicación en la Securities and Exchange Commission, la comisión de valores de los Estados Unidos.
Al presentar la oferta antes de la fecha de pago, si los bonistas no la aceptan, el Ejecutivo puede “jugar con la duda de si va a pagar o no incluso como amenaza”, según indicó el economista Guido Lorenzo, de LGC.
“Esto no implica que cualquiera sea la negociación se tiene que acelerar –si el objetivo, que se mantiene, es evitar un default, y creemos que así es-”, indicaron desde PPI sobre la fecha límite.
“Puede ser que deje de abonar el cupón del 22 de abril, y use los treinta días de gracia para decidir si paga o no, como lo hizo (Axel) Kicillof” durante la negociación por el BP21, según recordó el ex secretario de Finanzas, Miguel Kiguel.
MF / PV