A pocas horas de votar, la mayoría de las encuestas que se hicieron públicas siguen mostrando un escenario abierto en la provincia de Buenos Aires. Cristina Kirchner figura liderando siete de nueve trabajos relevados por Perfil, pero siempre dentro del margen de error que permite hablar de “empate técnico”. Dos sondeos, solamente, extienden la diferencia y dan claramente como ganadora a la ex presidenta.
Por el contrario, no hay ninguna que muestre con claridad un triunfo de la boleta de Cambiemos, que encabeza Esteban Bullrich. Ese es uno de los focos de conflicto para los encuestadores. Al medir sólo al ex ministro de Educación, la intención de voto tiende a bajar. Si se incorpora la marca “Cambiemos”, a subir. Y todavía hay una distancia entre lo que mide la marca y la imagen pública que tiene hoy la principal protagonista de la campaña oficialista: María Eugenia Vidal. Ese es uno de los interrogantes de cara al domingo: ¿habrá sido suficiente el incansable trabajo que hizo la gobernadora para promover el voto a sus candidatos?
El otro misterio que divide aguas dentro de los analistas es cuál es el techo de Cristina. 32% parecería ser el piso, si se cumplen los pronósticos de las 9 encuestas difundidas. Un trabajo lleva su techo hasta los 38,6%. Mientras más cerca del piso, más abierto el resultado. Y ahí está puesta la expectativa del Gobierno.
El mundo de los encuestadores viene siendo vapuleado en los últimos tiempos. Errores acá y en el mundo obligan a tomar con cuidado los números, sobre todo entendiendo que todos tienen un margen de error, generalmente en torno al 3%. Esto es: a todos los candidatos se le pueden sumar o restar hasta 3 puntos. Así, un empate técnico puede derivar en una elección con 4 o hasta 6 puntos de diferencia. Y viceversa.
Por eso, las fotografías que muestran estos sondeos son sólo eso: fotografías. Muestras que permiten evaluar una tendencia. Esa tendencia hoy es que el kirchnerismo y el Gobierno están peleando el primer lugar y que Sergio Massa no logró romper con la polarización. La mayoría de los encuestadores, además, ratifican que en los últimos diez días la lista de Cambiemos logró tomar impulso y acercarse a Cristina. Algo que muestran inclusive los trabajos que mejor venían posicionando a Massa. Florencio Randazzo, por su parte, no pudo traducir en votos la expectativa que había generado cuando lanzó su candidatura y quedaría más cerca del quinto (Néstor Pitrola, del Frente de Izquierda) que del tercero.
Para el resultado final habrá que esperar hasta el domingo a la noche. Con diversos factores que pueden incidir en la diferencia final, sobre todo el nivel de participación. Y allí también hay que hacer un análisis pormenorizado. Si hay mayor concurrencia de adultos, el Gobierno acrecienta sus chances. Pero la ecuación cambiaría si los que más concurren a votar son los jóvenes, que tienen mejor imagen de Cristina.
Y también depende en qué municipios hay mayor nivel de participación. Analogías, en su último trabajo, difundió un listado de lugares que más beneficiarían a uno u otro. Cristina apuesta a La Matanza, Merlo, Florencio Varela, Lomas de Zamora, Almirante Brown, Berazategui y Moreno. Cambiemos, en cambio, a San Isidro, Vicente López, La Plata, Bahía Blanca, Morón, Tandil y Tres de Febrero. En esos lugares puede estar el desenlace.
