Según el periodista Diego Rojas, la agonía del modelo político que ha construido el kirchnerismo ha generado en sus militantes un estado anímico insólito, al que bautizó “criscinismo”. El término tiene ingenio y estrecha relación con el baile tribal del presidente a cargo del Poder Ejecutivo en los festejos del pasado 10 de diciembre, mientras 10 muertos o más, eran el saldo de saqueos y huelgas policiales.
No interesa qué motivó el desconocimiento oficial, por qué no hubo respeto por las víctimas, ni a qué estrategia responde ese desafío: la fiesta de la democracia carecía de significado, salvo para aquellos que detentan el poder al amparo de su estructura imperfecta.
Invaginados en un pensamiento único, la exposición mediática por encima de lo contemporáneo fue un show que se ejecutó preciso, agotando las últimas luces de 2013. Porque después llegó el apagón en plenas fiestas y con ello la ausencia presidencial, más el abandono de la población de Buenos Aires: sin energía, la culpa es de quien no recibe el servicio, de los equipos de aire acondicionado, de la ubicación geográfica, del calor, pero que quede claro, nadie del gobierno es culpable. ¿Es eso “criscinismo”? Que me disculpe Rojas, pero el término es insuficiente. Si los más militantes del oficialismo son sus funcionarios, brazo ejecutor del verticalismo histórico de la década, aparece una hipocresía burda que ni las conferencias de prensa de Capitanich pueden justificar con eufemismos técnicos que ya lindan con el delirio psicótico. ¿O al momento de “responder” a los periodistas en realidad el Jefe de Gabinete lo que hace es enterarse de los rumores y sospechas respecto a la gestión que aparenta conducir? Muestra de ello es el choque con Echegaray hasta la aparición de Kicillof con la palabra divina de su referente máxima e incuestionable, que termina con toda discusión y contradicción pública.
El segundo mensaje, además de la ausencia total de autocrítica, es que las internas son puertas adentro, no hay que dar elementos para el ataque de la oposición. Cerrar filas pero, ¿no es cerrar puertas, incluso las de emergencia? Si hay algo que superó a lo transversal en el armado partidario de Néstor Kirchner es la distribución de planes sociales, puestos en la administración pública (la familia D’Elía es un ejemplo), el beneficio para el amiguismo empresarial en la renovada “patria contratista”, desde la bochornosa administración deficitaria de Aerolíneas Argentinas hasta la estatización de la deuda de la universidad de Hebe de Bonafini. A cada adepto un favor, de cada uno la demostración de fervor. Encíclica justicialista reciclada que a falta del líder recayó en una relación vandálica que Sergio Schoklender supo exponer con desparpajo. La pluralidad de agrupaciones oficialistas hijas de tal reparto tiene su expresión en los gremios, instituciones estatales, y cuanto recoveco del Estado permita una caja, un ingreso para financiar eso que llaman relato, con presencias “profesionales” en actos de toda laya, como la decadente Carta Abierta, espacio trasnochado donde, ante el acuartelamiento policial y saqueos, llegó a pedirse por un estado de sitio.
Para todos los gustos. De Poetas con Cristina a Putos Peronistas, los engendros militantes se multiplican. Existe un Frente Aduanero para la Victoria que involucra a los trabajadores de la Aduana que afianzan el Proyecto Nacional y Popular. Adhiriendo al documento fundacional se incluye la firma de Alberto Lomuto, trabajador en la misma desde 1992 al presente (según declara en una de las tantas redes sociales-laborales en las que participa), ex Secretario General del Centro de Estudiantes de Filosofía y Letras-UBA (JUP Reg.) en 1987 (así figura en la red Yatedo), y que parece obtuvo un título universitario en la misma facultad. Vale decir, un licenciado en filosofía, o en letras, trabaja en la Aduana, ¿qué controla? ¿El contenido lexical de libros y revistas importadas? También dice ser sobrino-nieto del compositor de La Marcha Peronista, Francisco Lomuto (la historia da vueltas en círculos excéntricos). Habita en Vicente López donde condujo un programa de radio titulado Frecuencia Pingüina (un hallazgo creativo), en una radio que se declaró ante el AFSCA como sin personal, o sea, robotizada, que funciona sola, única en su género: FM 92.5, antes Frecuencia Cósmica, hoy Signos. El programa ya no figura en la programación 2014, que se emitía los miércoles de 12 a 13 hs. A qué viene Lomuto, pensará el lector que es una broma de mi parte, qué características encierra semejante personaje, cuál es su notoriedad para ocupar un espacio impreso. El 3 de enero, a través de Twitter, se dirigió a la madre de Lucas Menghini (el joven que murió atrapado entre vagones y cuyo cadáver fuera hallado dos días después del choque del tren contra el andén en la estación Once, el 24-02-2012), desautorizándola en su reclamo, culpando a la víctima de su desgracia, negando el dolor de la pérdida (ver recuadro). De otros conceptos que Lomuto emitió sobre la tragedia de Once, hace casi un año, extraje lo siguiente: “Lucas fue la única víctima de un vagón en el que no murió nadie. Fue víctima, en parte, de su propia imprudencia o transgresión.” Cualquier usuario del Sarmiento puede dar testimonio que a la hora y en las condiciones en que se encontraban los vagones, no había opciones: la marea humana se aplasta y a seguir viajando.
Luego está la impunidad, ya no por el anonimato sino por el ejercicio militante (Lomuto puso firma a la “chicana”), porque se cree capaz de proferir cualquier bestialismo sin sufrir represalia alguna. Al menos en Facebook y Twitter, la catarata de insultos muestra lo contrario: la indignación por su falta ética al despreciar el reclamo de una madre por su hijo muerto pesará sobre sí como la sombra de una tormenta inminente. Luego está la complicidad de “el modelo” que cobija estos operarios de la provocación social.
*Escritor.
Los tuits de la infamia
Los mensajes a la madre de Lucas Menghini Rey que desataron el repudio generalizado en las redes sociales:
@MariaLujan_Rey La justicia determinó que el Gobierno no tuvo nada que ver en el incidente de #Once . Por qué seguís insistiendo?
10:45 PM - 3 Jan 2014
@MariaLujan_Rey Tu hijo fue el único que murió por estar donde no debía. Y te ponés al frente de la protesta? Te debería dar vergüenza.
10:47 PM - 3 Jan 2014
@MariaLujan_Rey Educaste a tu hijo para transgredir las reglas y eso le costó la vida. Bancatelá.
10:48 PM - 3 Jan 2014
Hace casi un año, Lomuto escribía en su cuenta de twitter (https://twitter.com/alber5961) sobre la tragedia de Once:
No me explico lo de la mamá de Lucas Menghini Rey. Puede estar dolida por lo que le pasó. Ahora boluda seguro que no es. Qué hace con Macri?
12:06 AM - 19 Feb 2013
Todas las víctimas de Once murieron en el mismo vagón producto del accidente. Lucas murió varios vagones atrás x estar en un lugar prohibido
1:17 PM - 23 Feb 2013
Acabo de ver imágenes del acto de anoche por las víctimas de Once y me surgieron 2 preguntas: 1) Quién puso la guita para la infraestructura?
1:15 PM - 23 Feb 2013
2) Porqué la voz cantante la llevan los padres de la única víctima que lo fue en parte por su propia responsabilidad?
1:16 PM - 23 Feb 2013
El repudio en las redes
Luego de la agresión, la madre de Lucas Menghini agradeció en Twitter “a todos los que ayer me expresaron su solidaridad frente a unos perversos comentarios que sólo exponen la miseria humana”.
A continuación expresiones de apoyo de usuarios de Twitter a la madre de Lucas Menghini:
Juan Antonio Zuleta @jazuletaj este cobarde infeliz no tiene entidad para merecer una respuesta suya. Es la escoria del género humano. Mis respetos a Ud.
Patricia Rey @patriciarey66 le pido perdón en nombre d los argentinos d bien. Como se puede ser tan mala persona,no me cabe en la cabeza. Sra. la acompaño
@mintaka_72 no sólo me solidarizo, también me horrorizo de que haya gente tan perversa. FUERZAS!
Algunas respuestas:
Ricardo Daniel Gómez @RickyUCR Sos un miserable y corrupto K seguro @alber5961 no podes atacar así a quien desde el dolor lucha por #JusticiayVerdad
Gise @yiyolita_S @alber5961 cuando pidió venganza @MariaLujan_Rey ? O estas hablando de Hebe de Bonafini?