Tiene rostro angelical y gestos delicados, pero también un álter ego peligrosamente atrevido que ya dio sus primeros pasos en la industria dedicada al público adulto bajo el seudónimo de Eva Toulette. Sin embargo, su nombre verdadero, Micaela Breque, era desconocido para todos cuando hace unos días se la comenzó a señalar como la tercera en discordia en la ruptura matrimonial de Andrés Calamaro y Julieta Cardinali.
Según publicó esta semana un sitio de Internet dedicado al espectáculo, esta joven de 21 años nacida y de origen bonaerense habría sido la enigmática “pasajera 24” que acompañó al cantante durante su reciente gira por Chile. Y, pese a los esfuerzos realizados para que pasara desapercibida entre la comitiva y no trascendiera su identidad, la noticia de su presencia habría llegado hasta los oídos de la actriz de Caín & Abel, y con ella, el punto final de la relación que durante cinco años la unió a “el Salmón”.
Tengo cada insensatez. La historia rezaba, a mediados de la semana pasada, que fue un “incidente” ocurrido en el país trasandino el que habría desatado la crisis matrimonial entre ellos, apenas cinco meses después de pasar por el registro civil y con una hija de tres años en común.
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