La supermodelo británica Naomi Campbell está contenta. Asegura que durante este año que está por terminar pudo vencer una de sus más extrañas adicciónes: la de arrojar teléfonos celulares a sus empleados cuando se disgusta con ellos.
" Aprendí muchas lecciones, por ejemplo a no arrojar más teléfonos" ironizó la única supermodelo que sigue transitando las pasarelas.
Campbell enfrentó varias demandas de sus empleados por agresiones. Un célebre cachetazo a su secretaria la llevó por primera vez a la Justicia y la hizo perder una millonada. Pero, la agresión más común y tristemente célebre de la modelo era arrojarles teléfonos a la cara cuando consideraba que alguno de sus asistentes había hecho algo mal.
Durante una entrevista concedida al New York Post, la morena más famosa de las pasarelas se definió como una mujer un tanto complicada.
" Soy controvertida, lo sé. Viví muchas experiencias en esta ciudad. Fui drogadicta y alcohólica y no me da vergüenza admitirlo"; desafió sin inmutarse.