El flamante presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, entró a la Casa Blanca por primera vez desde que asumió el cargo el martes, tras caminar parte del recorrido a la mansión desde el Capitolio. Además, dio sus primeros pasos en la Oficina Oval que heredó de George W. Bush, pero sólo después de mirar el desfile inaugural desde las gradas frente a su nuevo hogar, en el número 1600 de la avenida Pennsylvania.
Miles de personas detrás de las vallas de metal saludaron al 44º presidente de Estados Unidos, mientras caminaba hacia la Casa Blanca. Obama descendió de la limusina en que viajaba (cuyos materiales son todo un secreto de Estado) y caminó en dos ocasiones desafiando todas las medidas de seguridad durante el desfile en Washington en honor de su investidura.
Obama caminó unos 200 metros a lo largo de la Avenida Pennsylvania entre las calles 10 y 12, aproximadamente a mitad del recorrido. Después subió de nuevo a la limusina pero volvió a descender al enfilar el giro desde la calle 15 hasta regresar de nuevo a la Avenida Pennsylvania, pasando por delante de la Casa Blanca y el parque de Lafayette.
En ambos tramos, protegido del frío por un abrigo negro, una bufanda roja y unos guantes de cuero, lució una amplia sonrisa. El presidente estadounidense estuvo acompañado en su paseo por su esposa, Michelle, que también saludó con efusividad a los miles de espectadores congregados a ambos lados del recorrido.
Obama estuvo rodeado en todo momento por agentes del servicio secreto, que le indicaron hacia dónde debía caminar. Por los tejados eran visibles agentes apostados con rifles de precisión para combatir de manera inmediata cualquier amenaza.
