Tras la derrota en los últimos comicios legislativos, el chavismo abandonó la sesión en plena jura de las nuevas autoridades de la Asamblea Nacional. Los 55 diputados electos del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), denunciaron una “violación flagrante” del Reglamento de Interior y Debates del Poder Legislativo.
A pesar de esta incidencia, el veterano líder socialdemócrata Henry Ramos Allup juró como Presidente, ante un recinto que contará con una amplia mayoría opositora tras 16 años de dominio chavista. La Mesa de la Unidad Democrática (MUD), el nuevo partido dominante del Parlamento, tendrá 167 bancas a favor.
El diputado y expresidente de la AN Diosdado Cabello aseguró, tras abandonar la sala, que la bancada de la MUD cometió "una violación flagrante" del reglamento. "La sesión de hoy “es de instalación y no estaba previsto ningún derecho de palabra adicional", sostuvo.
El retiro "no se trata de un capricho", ya que antes habían hecho un reclamo formal a través del jefe de bancada del PSUV, Héctor Rodríguez, "para que se cumpliera el reglamento, pero él (Ramos Allup) hizo caso omiso", explicó el legislador a El Universal de Venezuela.
Todo esto se dio en medio de un fuerte operativo de seguridad, por el que el centro de Caracas amaneció tomado por fuerzas militares y piquetes antidisturbios de la policía. Hasta tres anillos de seguridad controlaban el acceso al Palacio Federal Legislativo, sede del Parlamento venezolano.
Tanto oficialismo como oposición habían convocado a sus militantes a movilizarse en el centro de de la ciudad capital, para apoyar a sus respectivas bancadas. Horas antes de la asunción el presidente Nicolás Maduro había pedido, en una cadena nacional sorpresiva, que la ceremonia de asunción se desarrolle con normalidad.
En la emisión, transmitida por todos los canales adheridos a la cadena nacional de radio y televisión, solicitó a sus seguidores que se permitiera instalar “tranquila y en paz” a la Asamblea Nacional. Además, encomendó a las Fuerzas Armadas la tarea de garantizar el orden durante el acto de constitución del parlamento. Este pedido explícito de Maduro desactivó el potencial conflicto, que luego se dio puertas adentro.
Más allá de la designación de Ramos Allup como presidente, se nombró a los parlamentarios Henrique Márquez y Simón Calzadilla como primer y segundo vicepresidente, para el período 2016-2017.
Ramos Allup juró desempeñar su labor como presidente de la AN "fielmente, de acuerdo con la Constitución y las leyes de la República”. “Que quede constancia de que he cumplido con mi deber. Sino, que la patria y el pueblo me lo demande", proclamó.
Tras tomarle juramento a los restantes 163 diputados, el legislador nombró para los cargos de secretario y subsecretario a los diputados Roberto Marrero Borjas y José Luis Cartaya. Ni se tomó en cuenta la postulación de la bancada revolucionaria, a la que no se concedió el derecho de palabra.
La nueva autoridad del Parlamento encabezó un discurso en el que aseguró que, con la mayoría de diputados de derecha, “no se aprobarán más leyes habilitantes inútiles” que brinden poderes especiales al mandatario nacional.
Ramos Allup anticipó también que dictaminarán leyes como el caso de la Amnistía, que permitirá concederle la libertad a los políticos vinculados a la muerte de 43 civiles, entre 2013 y 2014, en acciones desestabilizadoras contra el Gobierno venezolano.
Por último, la nueva cabeza de la AN adelantó que tomarán medidas “para controlar el Tribunal Superior de Justicia” (TSJ). Y reiteró su amenaza de “cambiar al Gobierno por la vía constitucional” para consolidar “la salida” del presidente venezolano, Nicolás Maduro.