INTERNACIONAL
Una mirada desde adentro

El drama de un palestino: "No me puedo ir de Gaza"

Zakaria Attoun le contó a Perfil.com cómo vive en medio de la guerra. Su drama personal y la suerte que tuvo de sacar a su familia a tiempo.

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| AFP

Tres palabras de presentación bastaron para que del otro lado del teléfono una voz con signos de tranquilidad, pero acelerada a la vez y un español muy claro comenzará a describir la cruda realidad que se vive en estos días en la Franja de Gaza: “Estamos realmente en una situación muy difícil. La gente tiene miedo de salir a la calle”.

Zakaria Attoun, hombre cercano al presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas, explicó aPerfil.com como se vive en medio de una lluvia de misiles constantes y decenas de palestinos muertos por toda la zona.

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Acá faltan las cosas más necesarias para poder sobrevivir. En Gaza el agua que hay no se puede usar, no sirve ni para tomar ni para cocinar y conseguir agua potable es muy difícil. Entran algunos camiones con alimentación por vías de Israel pero no alcanza”, contó Attoun.

El terror constante obliga a los ciudadanos palestinos a estar en permanente alerta para poder escapar de ser necesario. “Hoy (por el miércoles) hubo un cese de fuego –el primero- que duró tres horas. Algunas personas aprovecharon para salir y buscar provisiones, pero muchos supermercados no abren o sólo lo hacen en contadas ocasiones. Además la gente tiene miedo de salir a la calle. Las tropas israelíes están devastando todo”, aseguró a Perfil.com Zakaria, quien trabaja en las oficinas de Mahmoud Abbas.

Hace unos días este portal mostró la realidad que se vivía en las afueras de Gaza, donde los ciudadanos describían que pese a “los tres o cuatro misiles” que se lanzan por día “se podía continuar con la vida de manera normal”. Claro que dentro de la Franja, el centro del conflicto, la realidad es muy distinta.

“No hay trabajo, nadie está trabajando acá. Sólo lo hacen obligatoriamente la gente de los hospitales y la prensa. Aunque a los periodistas extranjeros no los dejan entrar a la Franja”, contó este hombre que hace doce años vive en la zona.

Sobre el final también hubo tiempo para conversar sobre la familia: “Ellos por suerte están en Jordania. Salieron hace tres meses de acá y lograron evitar todo esto. Yo, dentro de todo, puedo escaparme e irme para otro lado. De la Franja no me puedo ir, desde 1994 mi trabajo está aquí, en Gaza”.

(*) Redactor de Perfil.com