Luego de 50 años de servicio, el viejo Hércules C-130 de la Fuerza Aerea de los Estados Unidos que cayó este miércoles en el estado de Georgia estaba haciendo su último vuelo, con destino al "cementerio de aviones más grande del mundo", situado en Tucson, Arizona. La nave llevaba nueve personas a bordo y no cinco como se informó en un primer momento, todos ellos muertos en el terrible accidente. "Debemos confirmar que fueron nueve las víctimas, cinco tripulantes y cuatro pasajeros adicionales", dijo el vocero de la Guardia Nacional, mayor Paul Dahlen, indicando que el aparato había cumplido tareas para la Guardia Nacional en Puerto Rico. Las dramáticas imágenes del accidente captadas en video mostraron al aparato cayendo de manera casi vertical, para impactar cerca de una ruta en inmediaciones de la ciudad de Savannah, provocando una enorme bola de fuego y humo negro.
Dahlen señaló que los cuatro pasajeros también pertenecían a la Guardia Nacional y según se indicó, el avión había recibido mantenimiento en Georgia, tareas con las que se lo creyó en condiciones de emprender su viaje al Grupo 309 de Regeneración de Mantenimiento Aeroespacial en la Base de la Fuerza Aérea de Davis Monthan, en Tucson, Arizona, lugar que almacena a centenares de viejas aeronaves y es conocido como "el cementerio de aviones más grande del mundo".
La impactante caída del Hércules fue registrada en video y las fotos del lugar del siniestro, sobre la ruta 21, se reprodujeron rápidamente en redes, mientras el presidente Donald Trump tuiteaba que había sido informado del accidente, enviando sus condolencias a las familias de las víctimas.
Las confusiones sobre el número de víctimas se habían suscitado porque en los primeros reportes se hacia alusión solamente a cinco tripulantes, sin mencionar a los otros cuatro miembros de la Guardia Nacional que estaban a bordo. Dahlen no dijo en forma puntual que las nueve personas hubieran muerto, pero señaló a los periodistas "las imágenes del accidente hablan por sí mismas". Las fotografías en Twitter mostraban los restos carbonizados de un avión envuelto en llamas del cual emergían columnas de humo negro.
Una investigación sobre el incidente ya está en marcha. El ejército de Estados Unidos se ha visto sacudido por una serie de accidentes de aviación en las últimas semanas, incluido uno de un F-16 cerca de Las Vegas el mes pasado en el que falleció el piloto. Justo un día antes, cuatro miembros de la tripulación murieron cuando un helicóptero del Cuerpo de Marines se estrelló mientras realizaba una misión de entrenamiento de rutina en el sur de California.