Hugo Chávez sabía muy bien que debía debía afrontar una difícil lucha contra el cáncer. Previendo el desenlace, dejó en su último discurso público un mensaje que hoy reflota por su significación política. Dos días antes de viajar a Cuba para someterse a la cuarta operación, el lider bolivariano nombró abiertamente a su vicepresidente, Nicolás Maduro como su sucesor.
"Quiero decir algo aunque suene duro: si llega a ocurrirme algo que me inhabilite a continuar al frente de la Presidencia de la República, mi opinión irrevocable, absoluta y total, en ese escenario, es que ustedes elijan a Nicolás Maduro como presidente de la República bolivariana", aseguró.
Minutos antes, Chávez había descripto a Maduro como un hombre "capaz, de lucha, que ya ha demotrado su capacidad a mi lado".
Si Venezuela cumple con los requisitos formales dictados en la Constitución, deberá llamarse a elecciones en un plazo no mayor a 30 días. Esos comicios serán la prueba de fuego para dar cuenta de la real continuidad del modelo que cambió la vida del país.